¡ZUMBA EN ACCIÓN! UNA INSTRUCTORA APASIONADA TRANSFORMANDO VIDAS
En la Ciudad de México, Rosario Ramírez, instructora certificada de Zumba, lidera clases vibrantes que fusionan danza y fitness, transformando vidas con energía y vitalidad contagiosas. ESPECIAL / SERGIO SPINOZA En medio de un cruce de avenidas en la concurrida área metropolitana de la Ciudad de México, una apasionada instructora certificada de Zumba, Rosario Ramírez Gutiérrez, cariñosamente conocida como “Rouse”, reúne día tras día a un grupo de entusiastas “zumbistas” de todas las edades para sumergirse en una experiencia de ejercicio única, llena de ritmo y vitalidad. La Zumba, es una innovadora combinación de danza y acondicionamiento físico, que se ha afianzado firmemente en el país como una forma atractiva y divertida de mantenerse activo y saludable. Los cimientos de la Zumba se remontan a la década de los noventa en Colombia, cuando el visionario coreógrafo Alberto “Beto” Pérez, movido por un propio descudo, al olvidar la música para dar su clase de aeróbicos, improvisó con la música que cargaba en su mochila para escuchar de forma personal. Lo que llevó al surgimiento de manera inesperada de algo que con el tiempo se le denominó como Zumba. Las vibrantes clases de Zumba ofrecen una diversidad de estilos de baile, desde salsa y merengue hasta cumbia y reggaetón, proporcionando a los participantes una experiencia emocionante y completa. Con el paso de los años, la Zumba ha florecido de manera exponencial en México y en todo el mundo, cautivando a personas de todas las edades y niveles de condición física. Gimnasios, centros de acondicionamiento físico y parques al aire libre han sido inundados por fervientes seguidores de la Zumba. Rosario Ramírez Gutiérrez, “la maestra de Zumba”, se ha convertido en una figura importante en la propagación de esta forma de vida en su colonia. Sus clases diarias en el bullicioso cruce de avenidas son un testimonio en vivo de cómo la música y el movimiento se entrelazan para crear una experiencia completa de ejercicio en medio de la jungla urbana. Pero Rouse no solo es una maestra de Zumba, también es una experta en Baile Fitness, lo que aporta una rica dimensión a sus clases, ofreciendo a sus alumnos mayores herramientas para su bienestar. “Mi viaje comenzó como una estudiante de Zumba, desde los días en que los videos de Beto salieron, cuando era el ‘Zumba en casa’”, compartió Ramírez Gutiérrez. “Luego empecé a asistir a clases con otros maestros, y finalmente me aventuré en las ‘Master Class’, donde conocí a instructores de otros países”. “Si bien empecé en el mundo del Baile Fitness, descubrí que mi verdadera pasión era la Zumba, ya que tiene un enfoque único. Si bien respeto los gustos de cada persona, para mí, personalmente, la Zumba siempre ha sido mi elección”, añadió con una sonrisa en el rostro. Las clases de Rouse no solo impulsan la actividad física, sino que también se convierten en catalizadoras de transformaciones mentales y emocionales. Sus alumnas experimentan cambios profundos en su aspecto físico y en su estado de ánimo, encontrando en la Zumba un camino para liberar tensiones y ansiedades. Ana, una de las dedicadas alumnas de Rouse, compartió su historia de cómo la Zumba la llevó a superar desafíos personales y a descubrir una confianza inexplorada. “Guardo un cariño especial por la Zumba, ya que me ayudó a descubrir talentos que ni siquiera sabía que tenía. Aprendí a sonreír, algo que antes me costaba mucho. Solía tener miedo de hablar en público, nunca quería posar para fotos y bailar me parecía abrumador. Pero desde que comencé a asistir a estas clases, mi vida ha cambiado en todos los sentidos”. “Incluso mi esposo lo ha notado, dice que soy diferente. Mi hija también ha sentido la diferencia cuando viene aquí. A veces, el estrés en casa o el que ella experimenta en la escuela, simplemente se desvanecen”. Ana concluyó con un consejo sincero: “Anímense, en realidad, no se necesita mucho para empezar. Solo hace falta el esfuerzo de dar el primer paso. Haz de esto algo cotidiano, algo que haces por ti misma. Nos perdemos en las actividades rutinarias, pero ¿cuánto tiempo realmente nos dedicamos a nosotros mismos? Casi nunca lo hacemos”. “Trato de disfrutar cada momento, de vivirlo plenamente. Cantar, equivocarte, no importa si no sabes bailar o si no te sale un paso. Esto no es una competencia ni se trata de ser el mejor. Se trata de dejarse llevar, de disfrutar y entender que te estás haciendo un bien a ti misma. Los resultados vendrán naturalmente: pérdida de peso u otros cambios. Tu cuerpo lo dirá, tu semblante cambiará, tu personalidad evolucionará con el tiempo. Lo único que necesitas es atreverte a dar el paso, a hacer ejercicio, incluso si es solo una hora”, concluyó Ana. Todos los días, Rouse se adentra en lo que ella denomina su “hora feliz”. Con su carrito cargado de bastones, luces y, sobre todo, una potente bocina, se prepara para guiar a sus alumnos en una experiencia que fusiona danza y ejercicio aeróbico, creando una sesión de entrenamiento completa y cardiorrespiratoria que aumenta la resistencia y quema calorías de manera efectiva. El espíritu festivo y la música vibrante en las clases de Zumba son contagiosos, convirtiendo esta actividad en un festín de diversión, irradian energía todos los presentes. “Siempre les digo a mis alumnas que lo que promuevo en las clases es algo que también aplico en mi vida. ¡La Zumba es mi hora de felicidad! Es el momento que me reservo para mí misma, eso es lo que insisto en transmitir a mis alumnas. Debes olvidarte de las tareas del hogar, de cocinar, de las preocupaciones. Porque no se trata de olvidar esas responsabilidades para siempre, sino de desconectar por un instante y concentrarte plenamente en ti misma. No tiene sentido asistir a una clase mientras piensas en qué cocinarás mañana, no podrás prestar la atención necesaria”, afirmó Rouse Ramírez con pasión. “Cuando llegas a una clase de Zumba, debes percibirlo como si estuvieras yendo a una fiesta, no a
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