Millones de aficionados no pueden asistir al Super Bowl en Las Vegas debido a precios astronómicos de boletos, alcanzando un promedio de 7.700 dólares. A pesar de la emoción, muchos se resignan a ver el juego desde lejos, buscando alternativas para disfrutar del evento.
Por Sergio Spinoza / 11-02-24
Millones de aficionados se ven obligados a ver el Super Bowl desde casa este año, ya que los precios de los boletos han alcanzado cifras astronómicas, dejando fuera del alcance a muchos que planeaban asistir al evento en Las Vegas. A pesar de la emoción por el gran juego, la realidad de los costos ha golpeado a los seguidores, quienes ahora buscan alternativas para disfrutar del evento.
En el NFL Experience, miles de aficionados, sin entradas, visten orgullosamente los colores de sus equipos, desde los Packers hasta los Bengals. Muchos de ellos compartieron historias similares: reservaron sus vuelos y alojamientos en anticipación a una posible participación de sus equipos en el Super Bowl, solo para ver sus esperanzas desvanecerse. Aun así, muchos han decidido hacer el viaje, confiando en encontrar una manera de unirse a la celebración, ya sea en un bar o en un casino.
Los precios de los boletos han alcanzado niveles sin precedentes, con un promedio de 7.700 dólares, lo que sigue siendo inalcanzable para la mayoría. Este aumento vertiginoso de precios ha dejado a aficionados como Rick Goff y su hijo Zach, seguidores acérrimos de los Chiefs, con el corazón roto. A pesar de haber viajado desde Kansas City con la esperanza de presenciar el juego en persona, se encuentran resignados a verlo desde lejos debido a la imposibilidad de costear los boletos.
A lo largo de los años, el costo de los boletos del Super Bowl ha aumentado drásticamente, desde los modestos 12 dólares de la primera edición hasta los más de 1.000 dólares para el juego entre los Steelers y Cardinals en 2009. Este año, aunque los precios han disminuido ligeramente, siguen siendo prohibitivos para muchos.
A pesar de la decepción de los aficionados, Las Vegas espera recibir a alrededor de 300.000 visitantes durante el fin de semana del Super Bowl, generando ganancias estimadas en 600 millones de dólares para la ciudad.
Sin embargo, para muchos seguidores, el sueño de presenciar el evento en persona se ha desvanecido, dejándolos con la amarga realidad de los altos costos.
