La tarde de este domingo se realizó la séptima Novillada en la Plaza de Toros México, Joel Castañeda quedó en solitario luego que sus alternantes fueran cornados en sus primeros novillos. 
Complicado, bravo y con genio fue el encierro de Gonzalo Iturbe, bien presentado pero que sobrepasó el verdor de la terna. Desafortunadamente no pudimos ver más porque no hubo quién mostrara sus cualidades, el segundo y cuarto recibieron en el arrastre por su calidad.
Se podrían juzgar muchas cosas, la falta de técnica, los nulos recursos y en algunos casos, la falta de corazón, pero ante la inexperiencia evidente de los novilleros mal hacemos en señalar algo que ni siquiera les han enseñado. Lo sucedido ayer en el ruedo es una llamada fuerte de atención pero sobretodo una invitación a la introspección de lo que sucede en el tema novilleril, ¿Qué estamos aportando a la fiesta de los toros en México? ¿Qué sucede que los jóvenes con aspiración a ser matadores de toros no tienen las herramientas suficientes para lograr esa meta? ¿Quién les enseña? ¿Quién les corrige? ¿Por qué no hay avances? Y peor aún, ¿Son suficientes festejos los que llevan en su carrera para salir avantes ante un compromiso en la Plaza más grande del mundo?
Lo sucedido este domingo fue evidente, poco rodaje y cornadas a Luis Garza y Daniel Prieto que les impidió terminar el festejo, Joel Castañeda logró sacar la tarde, escuchó 7 avisos: 3 en el primero (que lidió luego de ser cornado el primer espada), 1 en el segundo (que tuvo que tomar la muleta al ser prendido el segundo espada) y 3 en el tercero. Del resto hubo silencio y palmas con el cierra plaza más como consuelo de haber logrado no salir herido que por los efímeros intentos de construir una faena a los seis novillos.
Habrá que analizar las siguientes fechas pendientes de este serial novilleril y a los acartelados una real consciencia para asegurar si estan listos o no para la responsabilidad que esto conlleva.
