Por Lu Llanos/29-12-23
La tarde de este jueves se llevó a cabo la segunda corrida de la Feria del Señor de los Cristales donde los españoles Alejandro Talavante y Emilio de Justo salieron a hombros acompañados del Ganadero Juan Carlos García luego de que el primero indultara al quinto de la tarde y que el tercer espada cortara dos orejas al primero de su lote.
Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en recuerdo del pintor Fernando Botero y el ganadero Antonio José González, fallecidos en este 2023.
Fue un Encierro de la Ganadería de Vistahermosa el que se lidió esta tarde, de justa presencia (falta de remate) y de juego desigual y poca fuerza en general, destacó el quinto que fue indultado pero que terminaba con la cabeza a media altura.
El caleño Luis Bolívar se fue con silencio tras aviso al finalizar un primero falto de casta, toro escurrido que acusaba irse a tablas y que buscó en la muleta lidiarlo en los medios con pases hondos. Estocada tendida en el segundo viaje. Al segundo de su lote, con poco fondo y transmisión, lo llevó templado, logrando un par de tandas por el izquierdo que mostraron al toro mejor de lo que era. Con media estocada logró el corte de un apéndice.
Alejandro Talavante se convirtió en el máximo triunfador, le otorgaron una oreja tras la lidia de un toro suelto que debía poner la muleta en la cara para conseguir pases más largos y ligados. Lo interesante llegó con “Relicario”, toro número 181, el quinto de la tarde que sí bien terminaba con la cara arriba, tuvo movilidad y nobleza, podrán haber sido más de diez tandas donde la fijeza fue su mayor cualidad. Se concedió el indulto tras fuerte petición del respetable y se le entregaron de manera simbólica dos orejas.
Para Emilio de Justo, triunfador de la Temporada pasada, hubo un lote que tuvo nobleza, pero muy poca fuerza. El oficio del español ayudó para que el tercero de la tarde se mostrara por el pitón izquierdo y con una estocada entera lograra desorejarlo. Con el cierra plaza, un toro con poca fuerza y juego con el que no pudo lucir y por fallos con la espada escuchó silencio tras aviso.