En el estadio Hermanos Serdán, Pericos-Algodoneros-Olmecas se coronan luego de vencer a los Diablos Rojos del México 4-3. El bicampeonato en la Liga Invernal Mexicana, consolida al combinado como un referente en el beisbol nacional
Por Sergio Spinoza/02-12-23
En el tercer partido de la Serie del Príncipe, el combinado de Pericos-Algodoneros-Olmecas se consagró campeón de la Liga Invernal Mexicana, al vencer 4-3 a los Diablos Rojos del México. Con este triunfo, los Pericos lograron su tercer campeonato en dos años, consolidándose como la novena más ganadora de la liga y bicampeones de la Liga Invernal.
La victoria fue el resultado de un espectacular desempeño del equipo emplumado, que remontó desde atrás en un enfrentamiento disputado en el estadio Hermanos Serdán. Este logro se suma a los títulos obtenidos en la Serie del Rey de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) y en la Serie del Príncipe del año pasado, demostrando su dominio en el diamante.
El partido se desarrolló con una ofensiva temprana de los Diablos Rojos, anotando tres carreras en el primer episodio. Sin embargo, la novena verde respondió en la sexta entrada con Giancarlo Servín completando la vuelta tras errores del rival, acercándose en el marcador a 1-2.
La remontada completa llegó en la octava entrada, con Rogelio Cobos conectando un imparable que tradujo en dos carreras, igualando el marcador 3-3. En el mismo episodio, Juan Tinoco bateó al jardín central, permitiendo que Rogelio Cobos anotara la carrera de la ventaja, llevando la pizarra a 4-3 a favor de los Pericos.
Este resultado, que selló la victoria del combinado de Puebla, Laguna y Tabasco, fue el fruto de una estrategia bien ejecutada por los 46 peloteros del equipo, dirigidos por el manager Héctor Hugo Hurtado. El roster, conformado por 22 jugadores de los Pericos de Puebla, 18 de Algodoneros y seis de Olmecas, demostró su talento y cohesión en el terreno de juego.
Con Gerardo Castañeda, Marco Olmeda, Giancarlo Servín y otros destacados jugadores, el bicampeonato en la Liga Invernal Mexicana consolida al combinado como un referente en el beisbol nacional, dejando una marca en la historia del rey de los deportes en el país.