Por Sergio Spinoza / ESPECIAL
El karate es un deporte de contacto que puede preocupar a algunos padres por el riesgo de lesiones físicas en sus hijos, sin embargo, este deporte también tiene muchos beneficios en el desarrollo y crecimiento de los niños.
Entrenadores y psicólogos deportivos, coinciden en que el karate es una excelente manera de fomentar la confianza, el autocontrol y la disciplina en los pequeños, además de ser una forma efectiva de mejorar el desarrollo, incrementar fuerza, la condición física e, incluso, el desarrollo mental de los niños.
En TitanSports nos dimos la tarea de visitar un “dojo”, término japonés que se emplea para referir a un lugar de entrenamiento de arte marcial, donde presenciamos una clase infantil de karate, con la intención de conocer cómo se desenvuelven los pequeños.
El karate es un arte marcial que se originó en las islas Ryūkyū, en el siglo XVI, conocidas actualmente como Okinawa. Los habitantes de estas islas perfeccionaron el estilo tuidi de autodefensa básica tradicional, añadiendo diferentes aspectos de técnicas de combate chinas, filipinas, thailandesas e indonesias.
En la actualidad, el karate es un deporte olímpico y se ha vuelto popular en todo el mundo como una actividad de entrenamiento físico y mental. En México esta actividad comenzó a ganar popularidad en la década de 1950, cuando se comenzaron a fundar varias asociaciones y organizaciones de karate, como la Asociación Mexicana de Karate y la Federación Mexicana de Karate.
“MIS ALUMNOS SE CONVIERTEN EN NIÑOS EXTRAORDINARIOS”; SENSEI GUILLERMO ARCINIEGA
El “sensei” Guillermo Arciniega Corona, nos abrió las puertas de su dojo en la Ciudad de México para ser testigos de sus enseñanzas.
El profesor Guillermo es tercer “dan” en karate, «el dan” es una designación dentro de la jerarquía de cinturones negros en karate y otras artes marciales. El primer “dan” se otorga al alcanzar el cinturón negro, y luego los niveles de “dan” avanzan hasta el décimo “dan”, que es el nivel más alto de competencia.
El maestro “Memo”, como le dicen sus alumnos, afirma que el karate infantil es una forma de entrenamiento físico que se ha vuelto cada vez más popular para los niños. Donde los alumnos aprenden a controlar sus emociones y a concentrarse en cuerpo y mente, lo que les permite un mejor desarrollo.
“Me atrevo a comentar, que mis alumnos se convierten en niños extraordinarios, porque con una hora de deporte, de ejercicio o de trabajo que ellos hacen, otros niños probablemente están en la tablet, en el celular o en la televisión, mientras ellos se están formando, se están entrenando, están ejercitando su cuerpo, su mente y su espíritu, lo que es un plus para que ellos tengan un mejor futuro”, afirmó el sensei Guillermo.
Guillermo lleva 21 años dando clases de karate y nos contó que ha visto un sinfín de niños crecer bajo su “tutela”, que ahora ya son adultos y el profesor se dice orgulloso por el granito de arena ha puesto dentro de la formación y crecimiento de todos sus alumnos.
Ya en el tatami del dojo, durante la clase, pudimos apreciar los valores como el respeto y la ayuda mutua. Fue evidente que la práctica de este arte marcial no solo beneficia el desarrollo físico de los niños, sino también su desarrollo emocional y social.
El hecho de que se permita a alumnos de diferentes edades y niveles entrenar juntos, también ayuda a crear un ambiente de inclusión y tolerancia, donde cada uno puede aprender de los demás y valorar las diferencias, lo que promueve valores importantes para el desarrollo personal y social.
Al término de la clase, conversamos con el Sr. Raúl Estrello, papá de Donovan, quien nos comentó que ha notado una gran mejoría en su hijo desde que comenzó a practicar karate. Donovan ha mejorado su autoestima, ha aprendido a respetar a sus compañeros y a su instructor, y ha adquirido disciplina y responsabilidad en su vida diaria.
“Empecé a traer a mi hijo Donovan, porque sufrió de bullying en la escuela y era muy inseguro de sí mismo, me pareció una disciplina que le podía ayudar en un futuro y para sus proyectos de vida”, nos comentó.
Así como el papá de Donovan tuvo sus motivos para iniciar a sus hijos en el karate, el Sr. Carlos, abuelo de Matías, trajo a su nieto debido a un tema especial. Nos explicó que su nieto tiene un problema con el lenguaje, y a través del karate ha mejorado en su condición: “Él tiene un problema de lenguaje y desde que ha venido aquí, ha mejorado mucho, lenguaje y motricidad, el ejercicio, por decir en el kínder en educación física, es facilísimo para él por el ejercicio que hace aquí”.
PERFECCIÓN DEL CARÁCTER
Para entender desde la ciencia la relación entre el autocontrol, la mente, el cuerpo y las emociones en los niños karatecas, acudimos Jenny Ávalos, pedagoga y psicóloga del deporte, quien nos ayudó a comprender que la psicología y el karate infantil son dos aspectos importantes que se entrelazan y se complementan entre sí.
“La práctica del karate puede tener un impacto positivo en el desarrollo psicológico de los niños, los niños aprenden a controlar sus emociones y a desarrollar una mentalidad positiva. Esto les ayuda a mejorar su autoestima y a sentirse más seguros de sí mismos, lo que puede ser especialmente importante para aquellos que son tímidos o inseguros. Además, al aprender a defenderse a sí mismos, los niños también pueden desarrollar una mayor sensación de seguridad y confianza en su capacidad para lidiar con situaciones difíciles”, expresó la psicopedagoga Ávalos.
“Los niños son seres en desarrollo que experimentan muchos cambios emocionales y físicos, pero los instructores deben tener en cuenta estos factores al planificar y enseñar clases. Por ejemplo, es importante entender la importancia de la motivación y el juego en el aprendizaje de los niños, y cómo la recompensa y el refuerzo pueden ayudar a mejorar su rendimiento”, agregó Jenny Ávalos.
De regreso en el dojo, también conversamos con el “sensei” José de Jesús Rubín Cedillo, quien tiene una experiencia de 20 años como instructor y es cinta negra “primer dan”, quien nos comentó que “los niños aprenden a controlarse, al saber que pueden ser más fuertes, más efectivos que los demás niños, evitan conflictos, ellos pueden llegar a lastimar a los demás niños y mejor se alejan, eso es parte del autocontrol que aprenden poco a poco”.
En conclusión, Titanes, podemos decir que esforzarse por la perfección del carácter y fomentar el espíritu de esfuerzo, son los pilares sobre los que se construye el desarrollo del niño karateka.