En una jornada llena de emoción y sorpresas, ayer el Argentina Open presenció un resultado inesperado cuando Nicolás Jarry venció a Carlos Alcaraz, poniendo fin a la racha invicta del joven tenista español en el torneo. Con parciales de 7-6(2), 6-3, Jarry aseguró su primera clasificación a la final del evento, marcando un hito en su carrera y dejando boquiabiertos a los aficionados.
Por Sergio Spinoza / 18-02-24
Aunque Jarry nunca antes había logrado superar al actual número 2 del ATP Rankings, ya había mostrado destellos de su potencial en enfrentamientos anteriores contra Alcaraz. Esta vez, el chileno estuvo imparable, manteniendo la calma incluso después de sufrir un quiebre en el segundo set, y frustrando los intentos de reacción del joven campeón del torneo en 2023.
La victoria de Jarry no es un mero golpe de suerte. Si se observa su historial contra los mejores del mundo, se evidencia su capacidad para enfrentarse a los grandes. Con este triunfo sobre un miembro del Top 2, suma su quinto triunfo ante jugadores del Top 5 en su carrera. Parece que su nivel siempre se eleva cuando se enfrenta a los mejores del ATP Rankings, sin importar la superficie.
Este resultado no solo consolida la posición de Jarry como un contendiente serio en el circuito, sino que también tiene repercusiones en su ranking. Tras esta victoria, se asegura un puesto más alto en la clasificación mundial, proyectándose como el nuevo No. 17 del mundo, un logro que refleja su constante ascenso en el tenis profesional.
Con su boleto para la final en mano, Jarry se enfrentará al local Facundo Díaz Acosta en lo que promete ser otro emocionante encuentro. Si logra salir victorioso, se convertirá en el segundo chileno en ganar el torneo, siguiendo los pasos de Nicolás Massú en 2002. Además, esta final representa una oportunidad para Jarry de agregar otro título a su palmarés en el ATP Tour, consolidando su estatus como uno de los jugadores más destacados de la actualidad.
En resumen, la victoria de Jarry sobre Alcaraz en el Argentina Open no solo marca un punto de inflexión en su carrera, sino que también sacude el mundo del tenis con una actuación excepcional que desafía las expectativas y establece un nuevo estándar de excelencia en la cancha.