Por Ricardo Valseca/ ESPECIAL
Con un clima invernal, con fríos que llegan a la nieve y días nublados, en un país de la península balcánica en el sureste de Europa, es ahí donde Luis Enrique González Martínez ha fijado su próximo desafío, ir a Serbia y conquistar el Campeonato Mundial de Artes Marciales Mixtas. Con tan sólo 24 años, el joven de Chihuahua no teme soñar a lo grande y busca poner a México en lo más alto del MMA y en esta nueva incursión al extranjero, Luis busca poner en alto al país que tanto ama.
En una entrevista exclusiva para TitanSports, el chihuahuense deja un mensaje a los fanáticos de MMA, “no tengan duda, a donde quiera que vaya, sin importar contra quien me enfrente, sea el campeón o tenga la experiencia que tenga, yo voy a pelear por México y voy a dejar mi alma en la jaula”.
Pese a que en su mente solo existe el deseo de la victoria, el artemarcialista entiende que en la jaula todo puede pasar, sin embargo, “pierda o gane, con el que pelee se va a llevar un buen recuerdo de México, se va a tocar la cara dirá: “¡ay, los mexicanos pegan bien duro!”, se van a acordar de nosotros, nos van a respetar. A donde vaya va a haber una guerra”.
Por lo que González, después de llegar de Colombia y pasar las fechas navideñas con su familia, ya se prepara para dar su máximo esfuerzo en Serbia, “ahorita entreno con Manuel Ponce en su dojo, donde trabajo mi strike y el MMA y lo complemento con mi otro profesor de Jiu-jitsu, Mauricio Ramírez, quien me ayuda con la parte de piso, derribos y lucha, es un complemento muy bonito”.
Sin embargo, su preparación va más allá de los gimnasios, pues el chihuahuense también acude con la nutrióloga y la parte mental la trata acudiendo al psicólogo, “que es quien me apoyo a calmar las aguas cuando veo que están muy turbias. Es un complemento multidisciplinario en el que me apoyo para ir mejorando cada día”, comentó.
Toda esta preparación no es sencilla, implica tiempo, esfuerzo y recursos económicos, por lo que Luis destaca el apoyo de sus padres, “ellos son una pieza fundamental en este tipo de ayudas, pero a su vez trabajo en un centro de atención temprana, soy terapeuta motriz, trabajo con niños con discapacidad intelectual y enfermedades neuronales, entonces ahí me llega un apoyo extra con mi salario, pero ya para eventos internacionales como Serbia o Abu Dabi se vuelven gastos mayores”.
Es por esta razón que la joven promesa del MMA en México tiene que salir a buscar patrocinadores para apoyar sus sueños, pues su sueldo no es suficiente para costear un gasto de aproximadamente 50 mil pesos para viajar a Serbia, donde va “picando piedra, poquito de todo, gracias a Dios hay gente buena en este mundo que apoya al talento local, que te abre las puertas y poco a poco, con la ayuda de las personas que me rodean es posible lograr este sueño”, comentó.
Desde su infancia, Luis se dio cuenta que su pasión provenía de la competencia, “saber quién era el mejor, a raíz de eso comenzó mi amor por las artes marciales. Siempre he sido una persona muy competitiva, busco ser el mejor en todo lo que hago y este deporte es 100% competitivo, es algo que te hace esforzarte más, puedes estar cansado o roto pero tu mente es la que te dice que si puedes”.
Su desarrollo como luchador de MMA ha ido en aumento, “al principio peleaba en torneos locales, después los retos crecieron a nivel estado, después a nivel regional, nacional. Cuando empecé a competir a nivel internacional me di cuenta que eso era lo que siempre había querido, representar a México en los mejores lugares, contra quien fuera, donde fuera, sin importar nada. Esta llama sigue viva en mí y no se detiene”, comentó el chihuahuense.
Su último logro lo consigue en Bogotá, obteniendo la medalla de oro en el Campeonato Continental MMA pero su logro más importante fue el aprendizaje que obtuvo en su combate contra el estadounidense David Camacho, donde pudo reafirmar sus capacidades, “me di cuenta que estoy listo para nadar en aguas profundas. David me golpeó en varias ocasiones y mantuve la calma, estuve en posiciones de peligro, pero la mente nunca me jugó en contra”.
Con un estilo de pelea contundente e inteligente, buscando adaptarse al peleador, con un contrataque efectivo y una presión constante, Luis González busca colocarse en lo más alto en Serbia, pues el MMA le ha enseñado que “la vida no es fácil, es dura, te tira, te golpea, también hay momentos muy bonitos donde ganas, hay amor, mucha felicidad, así también es la jaula, te van a tirar pero siempre debes levantarte, de alguna u otra manera, no te puedes quedar tirado, hay que sacar siempre la casta por ti, por tu gente”.