En Las Vegas, la peleadora mexicana Alexa Grasso retiene título UFC, en su revancha con Valentina Shevchenko, quien lamentó la decisión de los jueces y dijo que “en una competición justa, la victoria sería mía”
Ricardo Valseca/17-09-23
En una noche mexicana en Las Vegas, Nevada, Alexa Grasso retuvo su cinturón como campeona de peso mosca UFC, con un empate dividido que despertó muchas dudas sobre la decisión de los jueces, en su revancha con Valentina Shevchenko.
La contienda se fue a la ruta larga, durante 25 minutos ambas guerreras dieron todo de si para salir con los brazos en alto. Los expertos consideran que el factor decisivo de la pelea llegó en el último asalto, cuando Grasso logró un último intento de estrangulamiento por detrás de Shevchenko.
Cuando se anunciaron las tarjetas, el juez Sal D’Amato le dio la pelea 48-47 a Shevchenko, mientras que el juez Junichiro Kamijo le dio 48-47 a Grasso. El tercer árbitro fue Mike Bell, quien anotó 47-47, lo que resultó en el empate dividido.
Finalizada la contienda, Shevchenko se veía molesta con la decisión de los jueces y señaló que ella creía que era un “3-2 de mi lado”. Y enfatizó que “los jueces se sintieron un poco de presión porque es el Día de la Independencia de México, por eso le dieron uno más a la peleadora mexicana. Luché hasta el final y creo que hice suficiente. En una competición justa, la victoria sería mía”.
Por su parte, la mexicana indicó que durante la pelea hizo “mucho daño”, además de que sus golpes “fueron fuertes y sí, soy la ganadora, creo que hice lo suficiente para ganar”, sentenció.
Ambas peleadoras lo dieron todo en la jaula, Shevchenko atacó desde el inicio con algunas patadas al cuerpo de la mexicana, y un jab hábil que continuó encontrando un hogar durante toda la pelea. Por su parte, Grasso cambió de postura para mantener a Shevchenko adivinando mientras le lanzaba golpes a la cara.