Por Ricardo Valseca / 08-11-22
Uno de los hombres más recordados en los circuitos de Fórmula 1 es Ayrton Senna, quien fue tres veces campeón mundial de Fórmula 1 con la escudería Marlboro, McLaren y Honda. Era un piloto que destacaba por su precisión, técnica de conducción y en cierto grado de audacia, combinación que lo hacía prácticamente invencible bajo la lluvia.
Fue un día como hoy, 7 de noviembre de 1993, cuando el piloto brasileño se impuso en el circuito urbano de Adelaide, siendo la última vez que el tricampeón de Brasil se paraba en lo más alto del podio de una competencia de Fórmula 1. Ese día Ayrton salió desde la pole position pero la largada tuvo dos incidentes, primero por problemas en el Tyrrel de Ukyo Katayama y luego en el Jordan de Eddie Irvine.
Pero el tercer accidente fue decisivo para la vida del brasileño. Con la velocidad a tope, Senna se mantuvo en la primera posición hasta la vuelta 24 cuando entró a boxes, cediendo la punta a Prost. El francés ingresó a pits en la vuelta 28, regresando el liderato a Senna, posición que ya nunca abandonaría para vencer en el GP de Australia para sumar su quinta victoria de la temporada y despedirse por todo lo alto de McLaren, tras haber anunciado dos carreras antes, en Portugal, que en 1994 se iría a Williams.
A su vez, la competencia marcaba la despedida de la Fórmula 1 para Prost y en ese mismo podio de Adelaide, comenzó el cambio en la siempre tensa relación entre el brasileño y el francés cuando Senna invitó a Prost a compartir el escalón del primer puesto. Aquella sería la última imagen de dos de los más grandes pilotos de la F1 en un podio. Prost, por decisión propia y Senna, por una mala jugada del destino que lo llevó a encontrar la muerte seis meses después de la victoria en Australia, el 1° de mayo de 1994 en el Gran Premio de San Marino.