Diego Alejandro Torres, novillero colombiano, fue en agosto de 2014 quien liderara una huelga no sólo de hambre sino de ganas, afición y lucha por la libertad luego de que el 14 de junio de ese mismo año, cerraran de manera arbitraria la Plaza de Toros Santamaría de Bogotá.
Con él se sumaron ocho novilleros quienes luego de 29 días y múltiples apoyos por parte del gremio colombiano, sumado a una batalla legal en la Corte, fallaron a favor de la restitución “de manera inmediata la plaza Santamaría como plaza de toros permanente para la realización de espectáculos taurinos y la preservación de la cultura Taurina”.
En 2014, Diego Alejandro declaró: “Queremos que se nos escuche porque nos están violando el derecho a la libre expresión, a la libertad de elegir nuestro trabajo”, hoy 10 años después, regresa al mismo sitio con la afición intacta y la convicción firme de que la libertad no es negociable y que la tauromaquia es parte de las tradiciones colombianas.
Acompañado por los novilleros Andrés Vázquez, José Gallo, Cristian Castañeda, Javier Sabogal, Alfredo Peña, Orlando Sánchez, Alejandro Gómez y el matador José Luis De Vega, iniciaron este domingo la protesta fuera de la primera plaza colombiana para ser escuchados en la Cámara de Representantes este martes y evitar la intransigencia de aprobar el proyecto de ley animalista.
Hasta el momento, pocas personas que forman parte de la familia taurina han mostrado su solidaridad a estos profesionales que representan el orgullo de su pasión y quedan en espera de que este movimiento sume para evitar la prohibición.