Por Yadier Andrade / ESPECIAL
2001, una promesa del deporte mexicano nacía en la cantera de uno de los equipos más importantes y emblemáticos de México, los Pumas de la UNAM. Christian Hernández sabía que era su gran oportunidad para triunfar y tener la vida con la que había soñado desde que era un niño. Pero el sueño duró poco pues en 2015 fue víctima de un asalto. Los golpes que recibió lo dejaron parapléjico y le quitaron el sueño de volver a jugar futbol.
Un sueño se apagaba, pero para una persona con espíritu inquebrantable, el ocaso de una estrella significa el nacimiento de una nueva. Con su nueva condición, Christian decidió creer más que nunca en sí mismo y el sueño de convertirse en un gran deportista se hizo más grande.
“Fue después del diagnóstico, lo que yo pensaba de que en cierto tiempo iba a regresar a la normalidad y conforme pasaban los días, los meses, la realidad era otra”, pero esta “nueva realidad” no lo venció, para Christian fue una nueva oportunidad que la vida le ofrecía y decidió tomarla.
“Fue un cambio radical porque prácticamente fue como volver a nacer”, nos contó Christian con los sentimientos a flor de piel. Está dispuesto a vencer las barreras que se crucen frente a él, se atreve a soñarlo y a crearlo, con gran tenacidad se aferra a alcanzar cada uno de sus objetivos, se esfuerza segundo tras segundo y no se deja vencer.
En la vida del ser humano existen momentos cruciales cuando debe decidir si se da por vencido o si tercamente se aferra a no aceptar el papel de la derrota y por añadidura se hace más fuerte, valiente y resistente.
“Siempre me ha gustado el deporte, en mi mente no puedo estar sin practicar algún deporte”, esta pasión es lo que ha llevado a Christian a convertirse en un atleta paraolímpico en remo y lanzamiento de clava, que es el equivalente paralímpico del lanzamiento de martillo.
DÓNDE HA COMPETIDO
Ese espíritu enorme que tiene lo ha llevado a resurgir y de salir de la sombra hacia la luz. Ha encontrado su propósito y siente gran amor por la vida, por ello su fe, su valor y sabiduría lo llevan a ser un Titan inquebrantable.
“Ahorita ya no es una opción para mí, lo peor ya ha pasado, hemos sufrido tanto mi familia como yo como para ahorita tirar la toalla. Tengo que cumplir mis objetivos”. Comentó con firmeza, además de que también ha aprendido ser más tolerante, más sabio, más fuerte y más humano, algo que hoy honramos en TitanSports ‘El lado humano del deporte’.
