Botafogo ganó su primera Copa Libertadores al vencer 3-1 al Atlético Mineiro, pese a jugar con 10 hombres desde el primer minuto. Luis Enrique brilló con goles clave y una actuación heroica selló la épica victoria.
El equipo del Botafogo hizo la épica, pues en la final de la Copa Libertadores que disputaron contra Atlético Mineiro, ganaron el primer título de Libertadores en su historia al ganar 3-1, donde, además, lo hicieron jugando con 10 hombres, debido a una expulsión que sufrieron apenas a los 30 segundos de partido.
Una roja que no condicionó el juego
El juego en el Estadio Monumental dio de que hablar desde antes que se cumplirá en minuto de juego, pues en un balón aéreo en disputa en el medio campo, Gregore de Magalhaes fue a buscar el esférico con su pierna a una altura media, pero el jugador de Mineiro Fausto Vera se lanzó en una especie de palomita por la redonda, haciendo que Gregore terminara impactando con la suela de su botín su cara, por lo que el árbitro del encuentro no dudo en mostrarle la roja.
Sin duda fue muy atípica esta jugada, pues que una final comience de esta manera no es habitual, pero lo más descomunal fue que, como todos supondría, esta roja no condiciono el juego, pues Botafogo sacó la casta y marcaron el primero del encuentro.
El camino a su primera Libertadores
Luis Enrique André Rosa da Silva llegó para calmar las cosas para Botafogo, pues al 35’, el equipo hilo un ataque a base de pases, que terminó con un disparo impactado en un defensa del Mineiro, el balón le quedó a modo, casi en el área chica a da Silva, y con potencia, sacó un tiro que significó el primero del partido.
Nuevamente Luis Enrique se puso la capa de héroe del Botafogo, y al 42’ se marcó un penal que el autor del primer gol provocó. En un balón dividido ya entrando al área, el delantero ganó la cobertura al defensa y alcanzó a tocar la redonda, donde posteriormente el arquero en su lance por el balón, terminó arrollando al da Silva.
La jugada se tuvo que revisar en el VAR, pues por la velocidad de la acción el central no había marcado nada, pero una vez viendo el video, se cobró la pena máxima. Ahí, Alex Telles marcó el 2-0.
Ya para el segundo tiempo, el Atlético Mineiro podría las cosas interesantes, pues en un tiro de esquina, al 47’, Eduardo Vargas conectó de forma excelente de cabeza, mandando su dispara casi a la esquina de la portería, marcando un golazo y el tanto que ponía las cosas 2-1.
Mineiro asfixió a Botafogo durante todo el resto del juego, con ataques insistentes, donde los que jugaban con 10 hombres se agarraron con uñas y dientes de su ventaja, pero, al 90+7’, el estadio reventó. En un saque de meta de Botafogo, que tenía intenciones de mandar el esférico lo más lejos de su portería terminó en una obra de gallardía de Júnior Santos.
El jugador del Botafogo se hizo con el esférico, lo llevó hasta la esquina, intentando esconder lo más posible la bocha, pero en un movimiento audaz, se quitó la marca doble que traía y encaró al área, mandó un centro, y en un intento de la defensa por sacar el balón, terminaron habilitando al mismo Santos, quien únicamente remató con portería sola para que el estadio reventará con el festejo de los aficionados del Botafogo por el 3-1. Así el club de Botafogo ganó bien merecido su primera Copa Libertadores.
Foto portada: X (@Libertadores)