Por Ricardo Valseca / 19 09 2022
MIEDO
«Da mucho miedo la palabra ‘cáncer’. Recuerdo que cuando me enfermé, a mí no me dijeron directamente que tenía un cáncer, me dijeron que tenía un ‘pequeño quiste’ en la cabeza”, fueron las palabras de Virginia Torrecilla, centrocampista del equipo femenino Club Atlético de Madrid, al recordar cómo empezó “la pesadilla” que tuvo que afrontar de la mano de sus amigos y familiares, en mayo de 2020.
GLORIA
Desde pequeña ha tenido una gran afición por el futbol, y ese amor por el balón comenzó cuando salía a las calles a patear el esférico con sus amigos. Pero tanto era su deseo por tener una carrera deportiva que decidido inscribirse al equipo de su pueblo natal, Cala Millor, en Mallorca, aun a escondidas de su padre. Su talento atrajo la mirada de todas las personas que se daban cita para ver los encuentros futbolísticos, y esto le valió debutar en la máxima categoría del futbol español, donde debió tener un permiso especial para jugar, ya que le faltaba un día para cumplir la edad mínima permitida de 15 años.
Fue fichada por el Fútbol Club Barcelona, donde conquistó tres ligas y dos copas. Pero su ambición por mejorar la llevó a tomar la decisión de probarse en el extranjero con el equipo de Montpellier. En el 2019 regresó a España, fichada por el Atlético de Madrid. Tal es su talento, que la misma FIFA ha dicho de ella que “dota de solidez al mediocampo del equipo gracias a su potencia física y su calidad”, pues ha tenido una destaca participación con la Selección española, donde ha sido capitana por tres años, logrando ser subcampeona de Europa Sub-19, participando en dos Eurocopas y dos Mundiales de fútbol.
CÁNCER
Pero su historia de éxito tuvo un repentino giro, pues el 14 de mayo de 2020, le diagnosticaron un tumor cerebral. Cuatro días después era operada con éxito y comenzaba un duro proceso de recuperación durante el que ha contado con el apoyo inquebrantable de su familia y de sus compañeras, “he sacado fuerzas gracias a mi familia y amigos, así como de la gente que me escribía dándome ánimos”.
Un golpe duro que tuvo que afrontar la mediocampista, fue cuando le dijeron que existía la posibilidad de no poder volver a jugar al futbol: “Recuerdo perfectamente cuando me dicen que a lo mejor no volvería a ser jugadora de fútbol profesional”, sin embargo, priorizó su salud como lo más importante: “Lo primero que les digo es que primero me salven la vida y que después ya hablaremos de lo demás”.
La dura pelea contra el cáncer se hizo visible cuando Virginia perdió el cabello y bajó 15 kilos, pero reconoció que el apoyo de sus padres fue fundamental en el proceso: “Mi familia lo ha pasado peor que yo. Lo que han pasado ellos no se lo deseo nunca a nadie. A mi padre le he visto llorar más en estos once meses que en el resto de mi vida. La fuerza de mis padres es lo que me hace estar hoy aquí”.
REGRESO
Con esfuerzo y gran resiliencia, Virginia Torrecilla regresó al rectángulo verde después de un año, diez meses y 13 días después de su último partido, que, a pesar de no ser con una victoria en el marcador del partido, pues el FC Barcelona goleó 7-0 al Atlético de Madrid en la final de la Supercopa Española, fue una victoria para la vida, el fútbol y el deporte.
Después del encuentro, Virginia se mostró agradecida por el apoyo del club: “Quiero darle las gracias al cuerpo técnico, al club… durante todo el camino ha sido mucho trabajo, mucho esfuerzo, mucha gente detrás de mí. Tras dos años de entrenamientos, de quimios, de radios, de enfermedad, estoy aquí y es lo más importante de todo”.
Mientras calentaba recibió una gran ovación por parte de los 1,123 espectadores, sobre todo cuando ingresó al terreno de juego y le pusieron el gafete de capitana: “Ha sido toda una sorpresa. Cuando he salido a calentar y la gente se ha puesto a aplaudir se me han puesto los pelos de punta, ha sido increíble. La gente del Barcelona también quería que saliera. Esto es muy especial, cuando me han dado el brazalete no me lo esperaba. Mi equipo, mi familia lo ha dado todo por mí en todo momento… para mí es un privilegio”.
ESPERANZA
Después de pasar por momentos difíciles, ahora el futuro es esperanzador y brillante para Torrecilla, “nadie creía que podría llegar hasta aquí. Lo he hecho, ha sido muchísimo trabajo, constancia, esfuerzo”, Sin embargo, su salud no pasa a segundo plano, pues la mediocampista sigue “…haciendo mis revisiones, cada seis meses ahora, contenta, muy feliz, disfrutando de la vida. Todo va muy bien”. Y para sumar a las buenas noticias, fue renovada por el club madrileño hasta 2023.
Con un futuro por delante, la futbolista de 27 años mantiene la sonrisa y el deseo de recuperar su gran nivel: “Obviamente estoy muy bien, dentro de todo en lo que he estado, pero sé que la Virginia que era en 2020 no es la persona que hay al día de hoy. Para eso tengo que trabajar, seguir esforzándome al máximo y seguir luchando. Mi sueño ahora sería volver a la Selección y estar con mis compañeras de hace muchísimos años”.
Es así, como esta Titán nos demuestra que aún las peores enfermedades pueden ser superadas con valentía, fe y esperanza. Nos ayuda a entender que no hay batalla perdida, solo se necesita luchar y seguir adelante “con mucha ilusión y con ganas. Tengo que ser positiva, tengo que seguir trabajando para cumplir mis sueños y sobre todo para volver a ser la Virginia que era antes”.