La corrida charro taurina de este domingo, accidentada y finalmente suspendida después de la lidia del cuarto toro, tras un aguacero incesante que dejó el ruedo sin condiciones para continuar el festejo.
Abrió plaza el rejoneador Cuauhtémoc Ayala, quien tuvo una actuación larga y con poco fondo. Colocó banderillas cortas, al quiebro y al violín pero con mucha revolución y poca transmisión que fue mermando la atención del público. Los fallos con el rejón de muerte le hicieron escuchar un aviso y pitos de la afición. El toro recibió arrastre lento porsu nobleza y transmisión.
Desafortunada fue la confirmación de alternativa del zacatecano Luis Ignacio Escobedo ante un toro bien presentado con codicia que al acudir al caballo se aflojó el pitón izquierdo y que pese a la bronca en los tendidos, el juez Enrique Brown decidió no regresarlo a corrales por estar picado, aunque el percance haya sucedido justo al momento de entrar al caballo. Entre abucheos y poco sitio, el torero intentó construir una faena de poco impacto y se fue en silencio.
Cuesta arriba fue la presentación de Pepe Murillo que recibió una cornada de tres trayectorias en la cara anterior del muslo derecho luego de haber recibido antes varias volteretas al final del tercer tercio. Con el capote tuvo instantes de calidad, el toro tenía codicia, la lluvia se convirtió en aguacero y al igual que el festejo, la faena se vino a menos.
Ya con el vendaval en la plaza, Juan Luis Silis se presentó con el cuarto y último de la tarde que se vino a menos y cambió de lidia por el viento, las condiciones del ruedo ya no eran , el juez permitió que no se colocaran banderillas y tras la incertidumbre se suspendió el festejo. Tras un aviso fue ovacionado y con ello, finalizó el festejo que ya no permitió que Angelino De Arriaga y Juan Pedro Llaguno mostraran su tauromaquia.