Previo a su regreso a los ruedos este sábado 21 de octubre en el Palacio del Arte de Morelia, Hilda Tenorio platica con TitanSports sobre los retos afrontados tras el incidente que cambió su vida.
Por Lu Llanos / 20-10-23
Era la tarde del viernes 03 de mayo de 2019, la Ciudad de Puebla estaba celebrando su tradicional Feria y la plaza de toros El Relicario comenzaba a mostrar actividad porque ese día, en punto de las 8 pm se realizaría la Corrida de la Mujer con seis toreras.
Había entrevistado a Hilda Tenorio en la habitación de su hotel, cuando llegamos las cortinas estaban cerradas y no pasaba ni un rayo de luz. Ese silencio y esa penumbra obligaba a caminar casi acariciando el piso. Cuando apareció la torera michoacana con su peculiar sonrisa, pudimos hablar un poco de su trayectoria, de los inicios cuando a sus 12 años vendía boletos para sus presentaciones y la gente no creía que una niña tan menudita quisiera ser torera.
Poco a poco su nombre comenzó a sobresalir convirtiéndose en líder del escalafón novilleril y siendo, el 28 de febrero de 2010, la primer mujer en tomar la alternativa en la plaza más grande del mundo, la Monumental Plaza de Toros México , teniendo como testigos a Manolo Mejía y a Ruiz Manuel.
Sin embargo, ese 03 de mayo cambiaría radicalmente su historia. El tercer toro de la tarde, correspondiente a la Ganadería Santoyo y de nombre “Querido Viejo”, le provocó una grave cornada en la cara, al intentar ejecutar un lance de rodillas cerrada en tablas, que le produjo hasta 17 fracturas, donde tuvieron que colocarle 18 placas y 2 mallas que le sostienen los ojos.
Además de todo, tuvo que soportar el acoso mediático mientras se jugaba la vida. El mundo taurino se volcó en buenos deseos y esperando una pronta recuperación. Fueron momentos muy duros de afrontar para ella y su familia. Desde la incapacidad de hablar y comer, hasta volver a aprender a no depender de nadie para llevar una “vida normal”.
Han pasado cuatro años y medio de ese percance y en el mes de junio de 2023 surgió la noticia esperada, Hilda Tenorio regresaría a los ruedos en una corrida a beneficio del cáncer de mama, organizada por la Fundación Ángeles Taurinos A.C. en el Palacio del Arte ubicado en Morelia, Michoacán.
En una nueva entrevista para TitanSports, Hilda Tenorio comenta que han sido años muy complejos, donde ha trabajado principalmente con la cabeza y esas telarañas que el fuerte percance le provocó.
Hoy se encuentra muy contenta y completamente recuperada luego de un esfuerzo y trabajo físico y mental, al lado de profesionales para llegar a estar anunciada, un hecho que buscó por tanto tiempo y que en el momento justo ha llegado.
Hilda comenta que le sorprende el hecho de que, pese a que ha sido mucho tiempo en que no han visto una nueva faena de ella, la gente no la ha olvidado y la ha esperado de manera incondicional. Eso le motiva y compromete mucho más para esta nueva fecha.
Confiesa que ha madurado a base de mucha terapia, lágrimas y autoconocimiento además de terapias fuertes en lo físico que le han costado mucho trabajo, pero que al final le han servido para fortalecerse.
Como parte de su recuperación ha estado dos temporadas en España intentado buscar espacio y oportunidades, y varias personas le han tendido la mano y apoyado.
Ya con la mira puesta en su tierra natal, dice estar con un nervio constante pero también contenta y segura por haber esperado tanto tiempo.
Aunque menciona que le alimenta mucho el cariño y apoyo de la gente, está consciente que de ella depende mantener ese apoyo y dar una buena tarde este sábado donde partirá plaza con el rejoneador Andy Cartagena y la queretana Paola San Román.
Asegura ser una bendecida de la vida al tener esta oportunidad y poder volver vestirse de luces; agradece a la empresa por fijarse en ella y organizar este festejo con toda la categoría además de ser a beneficio y tener una manera de poder ayudar con su profesión a demás mujeres.
A la afición le está totalmente agradecida y menciona que espera puedan ver una torera que guste y les sorprenda, pero sobre todo que queden con un grato sabor de boca de una torera que ha estado en pie de lucha en su tierra en una tarde donde desea que todos triunfen.