Por Ricardo Valseca / ESPECIAL
El ser humano ha tenido el sueño de volar desde que el hombre prehistórico observó el vuelo de los pájaros. El deseo de surcar los cielos quedó grabado en los numerosos dibujos de hombres con alas que Leonardo da Vinci realizó, pero, cuando se percató que sería imposible para el ser humano lograrlo, comenzó a trazar planos para una máquina voladora.
Y aunque hoy en día contamos con los más sofisticados sistemas de aeronáutica, la fantasía de volar por nosotros mismos no la hemos olvidado. ¿Por qué? Bueno, sin duda encontraremos cientos de respuestas e hipótesis, pero hoy nuestros ojos se enfocarán en los hombres que viven el espectáculo, el deporte y la vida de la lucha libre, con ese toque que los hace diferentes, que los hace volar, ellos son “los aéreos”.
“Estar en el aire es la cosa más preciosa, una adrenalina única, es algo que puedo hacer en mi vida, en mi profesión; esto es lo que hace que la gente lo disfrute”, comenta el luchador Radioactivo.
La adrenalina, la motivación y la alegría que da poder volar por unos instantes, es algo que a Cometa Maya lo impulsa a seguir en la lucha aérea. Cosa en la que coincide Style Dragon, “me motiva la adrenalina, la emoción de estar en las cuerdas volando, tengo una loca manía por volar y creo que sólo en el ring se puede cumplir. Sentir a la gente apoyándote creo que es lo que mas te motiva a arriesgar el físico y enfrentar la muerte en cada lucha”.
Y aunque podríamos pensar que sus declaraciones son exageradas, la historia nos refiere al famoso “monje volador”, un religioso benedictino que vivió en Inglaterra en el siglo XI, quien dedicó su vida y estudios a la idea de que podría volar; por eso, en sus intentos de conseguirlo, subió a la torre más alta de su abadía con una especie de alas diseñadas por él mismo, pero al lanzarse perdió el control, y si bien es cierto que al instante no encontró la muerte, las secuelas del accidente fueron la causa de que más tarde perdiera la vida.
Los accidentes son el precio que hay que pagar por el sueño de volar, Style Dragón ha sufrido algunos, “tengo tres operaciones en la rodilla derecha, tuve doble fractura de rótula, tuve que someterme a varias operaciones quirúrgicas, de hecho, fue por un vuelo”.
La sensación de volar siempre la hemos relacionado con la idea con la idea de libertad, ¿Qué hay de cierto en esto? ¿En qué piensan los luchadores cuando vuelan desde las cuerdas?
“No pienso nada, dejo mi mente en blanco, dejo que la gravedad me lleve, trato de dibujar una buena silueta”, asegura Cometa Maya, lleno de emoción.
“No se piensa, sólo se disfruta el momento, esa sensación de estar extendido en los aires y sentir como tu cuerpo va rompiendo las leyes de gravedad, eso es lo que te da mucha emoción, y más que pensarlo es sentirlo”, complementa Style Dragon.
Mientras que Radioactivo nos dice que cuando vienen los lances, sencillamente pone la mente en blanco.
Volar es uno de los poderes que casi todos los súper héroes tienen, una capa, un artefacto propulsor, una aeronave, o hasta una tira de resistente telaraña tiene a los héroes en las alturas. Surge entonces la pregunta para nuestros luchadores voladores ¿no les da miedo estar en el aire?
Radioactivo nos dice “aunque no lo crean, le tengo miedo a las alturas, me da un tanto de vértigo, pero la lucha libre y los lances me han ayudado a sobrellevar este tipo de miedos”.
Es Cometa Maya quien comparte su anécdota, “si me entra miedo… una vez en Amecameca me subí a una estructura donde había unos cinco metros de altura, al momento de estar arriba y mirar hacia abajo dije: ¿en qué me metí? pero ya estaba arriba y pues ni modo, me aventé al vacio sin pensarlo, porque literalmente una vez que estas arriba, es gracias al corazón que le pones a la lucha libre y entregarle todo lo que es tuyo a la gente que va a apoyarte”.
Entonces podríamos pensar que el súper poder de los luchadores aéreos es el dejar atrás los miedos, pero la valentía debe estar respaldada por trabajo duro, disciplina y sacrificios.
“En un día normal de entrenamiento, te puedo decir que son de cinco a seis horas físicas, entre pesas, cardio, lucha. En un dia extenuante de preparación rebasamos las siete, ocho horas”, nos comparte Radioactivo.
Style Dragon lo resume así, “el trabajo de gimnasio y emocional es vital, debes estar bien para estar concentrado y poder hacer estos lances y ejecuciones, pues una simple distracción te puede costar una lesión o algo que lamentar”.
Cometa Maya nos externa su experiencia, “cuando empezamos, los entrenamientos eran 24/7. Amanecía, desayunábamos, limpiábamos el dojo, nos llevaban a correr kilómetros hasta Ciudad Deportiva, ida y vuelta, después teníamos que hacer condición física, tumbling y al final lucha libre, comíamos y a descansar porque al día siguiente era la misma rutina, y así durante casi un año”.
“Ha habido momentos donde he querido tirar la toalla. Porque te hace falta el cariño de mamá, papá, de los hermanos, de la familia, sin embargo, creo que lo te saca adelante es el poder crecer, hacer que mi familia esté orgullosa de mi”, añade el yucateco.
Style Dragon concluye, “innovar, renovarse, perder el miedo, a veces el miedo es uno de los factores contra el que más nos enfrentamos, y definitivamente practicar en el gimnasio, practicar los movimientos, pues no los sacas de un día para otro. Constancia, disciplina, pasión y respeto son las bases fundamentales en la lucha libre”.
Radioactivo lo concluye así, “hay tiempo, movimiento, caídas, levantarse, horas de práctica, sangre, sudor para mostrar un solo lance”.
Es entonces como podemos ver el trabajo que hay detrás de estos voladores que al salir al ring desafían la gravedad, pero también desafían sus propios miedos con el único fin de poder ser cada uno de ellos el avatar aéreo de cada espectador que busca en la función cumplir el sueño de volar.