Por Ricardo Valseca / 04-11-22
A principios de la temporada 2022 la escudería de Ferrari soñaba con ser un puntero y referente en el campeonato de constructores, sin embargo, sus aspiraciones se fueron diluyendo por errores en estrategia, problemas mecánicos en el monoplaza y errores de sus conductores, cediéndole terreno a Red Bull. Es por ello que los italianos ya se preparan con pruebas a su motor 2023 en Brasil y Abu Dhabi.
Mattia Binotto, jefe de la escudería de Maranello, quiere un propulsor capaz de competir contra Mercedes y Red Bull, intentando realizar siete u ocho grandes premios con el mismo motor, lo que haría posible cubrir todo un año con solo tres unidades. Esta hazaña, en la temporada, sólo la ha logrado Lance Stroll, Sebastian Vettel y Daniel Ricciardo, señal evidente de que Mercedes posee el propulsor más seguro de la parrilla.
Referente a esto, Carlos Sainz tiene un motor desde la carrera en Monza, mientras que el monegasco recibió la última actualización en Austin. El 066/7 del que pelea por el subcampeonato tiene componentes experimentales de cara a 2023, con un diseño igual al resto, pero con diferente materiales y tratamientos que buscan mejorar la durabilidad.
A esta situación, Binotto mencionó lo siguiente: “Cambiamos la última unidad de potencia en Austin. Cada vez que introducimos una nueva, ya sea para Charles o Sainz, siempre intentamos aportar actualizaciones desde el punto de vista de la fiabilidad, que son mejoras, pero no definitivas. El último motor de Charles las tuvo, pero no son las soluciones finales que intentaremos conseguir para el próximo año», continuó el máximo responsable del equipo italiano”.
El director de la escudería mira con optimismo lo que viene, casi como si supiera que las piezas de 2023 podrán plantar cara a Honda, regresando a lo que sucedió en Austria, donde lograron su último triunfo.