Por Iveth Serna / 06 01 23 La lucha por la equidad no es un tema de moda o de actualidad, va más allá. Es una causa tan antigua como la Humanidad, sin embargo, fue en los años 70´s cuando este movimiento tomó fuerza inesperada. En esa época, Billie Jean Moffitt, luchó por los derechos de igualdad a través del deporte. Con una raqueta y una pelota, Billie Jean, a través de su gran talento para jugar tenis, captó la atención de millones de personas alrededor del mundo y contribuyó a que las mujeres fueran reconocidas y obtuvieran igualdad de derechos dentro de las canchas. Seguramente te preguntarás, ¿Cómo lo consiguió? Bueno, te contaré que Billie Jean ya tenía un cierto recorrido en el deporte blanco, pero el hito que cambió la historia de esta actividad sucedió un 20 de septiembre de 1973, cuando se realizó un encuentro entre Robert Larrimore «Bobby» Riggs, de 55 años, que para ese entonces era un ex tenista exitoso de los años 30’s y 40’s, y Billie Jean, que en ese momento era la número 1 del mundo. El juego se convirtió en un fenómeno mediático que se llevó a cabo ante poco más de 30 mil asistentes y más de 85 millones de espectadores televisivos –un récord para ese tiempo-, la contienda de gran rivalidad fue llamada “La batalla de los sexos” y se llevó a cabo en el Astrodome Arena de Houston, Texas. El partido con esa cartelera llamaba la atención de todos y garantizaba un espectáculo dentro y fuera del ámbito deportivo, “Bobby” Riggs lanzaba frases ofensivas como “quiero probar que las mujeres son malas y apestan” o “las mujeres estadounidenses son las más privilegiadas y todavía no están satisfechas, quieren más; hay que pararlas ahora mismo». De esta manera, regresó de su retiro para probar que seguía siendo superior, narrativa que terminó por ser distinta cuando Billie Jean lo derrotó en tres sets de 6-4, 6-3 y 6-3. Esa oportunidad única en la historia deportiva y cultural mostró que las mujeres tenían el mismo nivel de preparación y competitividad para destacar en el tenis y en otras actividades deportivas y por ello exigían igualdad y justicia en los premios económicos, ya que ellas recibían mucho menor cantidad. Es decir, no solamente ganó un partido, sino que ese triunfo significó un cambio social y revolucionario que se vió reflejado semanas después, cuando el Abierto de Estados Unidos de ese mismo año, se convertiría en el primer Grand Slam que repartió el mismo premio en metálico para ambos sexos. “Mi victoria podría frenar por lo menos 20 años el movimiento de liberación femenina», escribió Billie Jean en su libro ‘All In: An Autobiography’ publicado en 2021. Otra frase que argumentó en dicha obra fue: “Sentí que tenía el peso del mundo sobre mis hombros. Pensé que si perdía podríamos retroceder 50 años, habría arruinado todo lo recorrido y afectado la autoestima de todas las mujeres». Billie Jean relata una exploración a la gran búsqueda personal para encontrar su verdadero “yo” en un contexto público en la que se convirtió en una gran líder, mentora y activista que muchos años trabajó en temas de justicia social e igualdad. Billie Jean nació el 22 de noviembre de 1943 en California, Estados Unidos, y fue por sus padres que se acercó al deporte. Su padre, Bill Moffitt, era bombero y también jugador de basquetbol, su madre, Betty Moffitt, fue nadadora y su hermano menor, Randall James “Randy”, fue lanzador de beisbol en Grandes Ligas con los Gigantes de San Francisco, Astros de Houston y Azulejos de Toronto. A los 11 años de edad ya era una atleta destacada, llegó a practicar softball y basquetbol, pero fue hasta que por medio de una invitación de su amiga Susan Williams, llegó al tenis con una raqueta prestada y, poco tiempo después, dio sus primeros chispazos en las canchas públicas de Long Beach y anunció a su madre que en algún momento sería la número uno del mundo. Apenas a los 15 años Billie debutó en el Campeonato de Estados Unidos de 1959 y ganó su primer título solo dos años después (1961) en Dobles de Mujeres de Wimbledon con su compañera Karen Hantze. En 1965, luego de conocer a un estudiante de derecho, Larry King, la ganadora de 39 títulos Grand Slam; 12 en individuales, 16 en dobles femenino y 11 en dobles mixto, se casó y cambio su nombre a Billie Jean King. Gozó de 24 años de carrera siendo una de las atletas principales de los años 60 y 70. Cuando el tenis hizo la transición de amateur a profesional entre los años 1972 y 1973, los hombres lo hicieron primero y unos meses después las mujeres también luego de ese 20 de septiembre que pasaría a la historia. «Gracias a lo que conseguimos entonces, las mujeres empezaron a ser valoradas por su talento y no por sus piernas», dijo Billie años después de su triunfo. Fue una de las “Original 9”, grupo conformado en 1970, en el que nueve integrantes arriesgaron su carrera deportiva para romper con lo establecido, además de King, al grupo se unieron sus compatriotas Rosemary Casals, Nancy Richey, Julie Heldman, Valerie Ziegenfuss, Kristy Pigeon, Peaches Bartkowicz y un par de australianas, Judy Dalton y Kerry Melville, quienes fundaron el principal organismo organizador del tenis profesional femenino en junio de 1973 conocido como Virginia Slims Tour, que en la actualidad es conocido como Women´s Tennis Association (WTA), con lo que se independizaron del tenis masculino. En 2014 fundó la Billie Jean King Leadership Initiative para alcanzar la diversidad y el liderazgo, inclusive en el tema laboral. Fue una de las primeras atletas en hablar de su homosexualidad abiertamente y se convirtió en una campeona de los derechos LGBT. En 2017 apareció su historia en el cine en una película protagonizada por la actriz Emma Stone como Billie Jean King, y el actor Steve Carell como “Bobby” Riggs en “La batalla