Por Sergio Spinoza / 25-10-22 Alan Guzmán es un clavadista nato, con apenas 28 años es uno de los pocos mexicanos especializados en los clavados de altura que, cuenta, le fue heredado por su papá, quien un pionero de este «deporte-espectáculo». Este mexicano ha perfeccionado tanto su técnica y su cuerpo que logra realizar clavados de hasta 25 metros de altura. Su carrera deportiva comenzó en la natación a los 12 años en el Deportivo Plan Sexenal, sin embargo, por iniciativa de su padre, acudió con un amigo de la familia a una fosa de clavados, donde realizó sus primero saltos y se enamoró de este deporte. “Todos los fines de semana iba a nadar (…) y me dijeron un día: ¡Vamos a tirarnos!. Un paradito, una vuelta… al principio me daba miedo porque aún no tenía la experiencia, pero fui y me animé, hice una entradita de la orilla de la alberca y me gustó, me subí al trampolín de 1 metro y para mí fue increíble, me gustó mucho y ese mismo día ya me estaba tirando desde los 3 metros”. Sin darse cuenta, Alán pasó de la natación a los clavados. “Entonces me enamoré de tirarme, es una sensación indescriptible, es como volar, al siguiente mes mi padre me llevó al (CAN), que es el centro de actividades acuáticas de alto nivel, mismo que desafortunadamente ya no existe, pues lo derribaron hace años, y ahí continúe mi carrera ya como clavadista, carrera que llevé de la mano con la natación los fines de semana”. DE LOS CLAVADOS…A LAS ALTURAS La pasión de Alán por la adrenalina y los saltos lo llevaron a retirarse muy joven de los clavados convencionales para dedicarse de lleno a los lances de altura. “Participé en varias competencias de niveles locales y nacionales, esto perduró hasta la edad de los 21 años, que fue cuando decidí retirarme de los clavados convencionales, se llevó una competencia en la alberca olímpica Francisco Márquez, y ahí fue mi último campeonato en el cual obtuve la placa conmemorativa de primer lugar en todas las pruebas”, recuerda. El también licenciado en Administración de empresas, incursionó en el «deporte-espectáculo», debido a su deseo de buscar mayores alturas, esa pasión lo llevó a aceptar una invitación para formar parte de uno de los shows más famosos de altura en el país, que se presentaba en la Feria de Chapultepec Mágico. “Me llega una invitación para trabajar en un espectáculo, ese show estaba en la Feria de Chapultepec Mágico, en un lugar que se llamaba “Mundo Marino”, en ese lugar había delfines, pero entonces retiraron a los delfines y se volvió un espectáculo de altura, yo jamás había pisado esas alturas, nunca había llegado al punto máximo de 25 metros, casi la distancia de la parte más alta de la montaña rusa y que para mí fue todo un desafío, fue algo diferente a las competencias, fue algo que comencé a disfrutar más que los torneos, pues por mi edad, el grado de dificultad cada vez era un poquito más complicado y al mismo tiempo, se volviá más de mi agrado brindar ahora un gran espectáculo a todo tipo de público”. SIN LÍMITES Para Alan, la complejidad de los saltos de altura lo ha apasionado cada vez más y quiere llegar a mayores distancias, para él, las competencias de Red Bull han sido inspiradoras, el atleta extremo nos comenta que muchos clavadistas truncan sus sueños por no poder llegar a Juegos Olímpicos o competencias élite y se terminan alejando, sin embargo, acepta que es un camino difícil, donde no todos llegan, sea por apoyo o talento, cosa que para él no fue limitante, ya que supo darle un giro a su actividad. “Alrededor del año 2014, yo estaba con el objetivo aún de clavados convencionales, quería seguir, tener más oportunidades, competencias nacionales, pero ya con 20 años, es muy difícil colocarse en Panamericanos, Copas Mundiales o Juegos Olímpicos, niveles donde no cualquiera llega, la competencia entre países es muy difícil, y hay muy pocas oportunidades, entonces algunos de los que no logran llegar a esas competencias, se van, y no se quedan en el mundo de los clavados, lo dejan y se dedican a otras cosas, yo me dí cuenta de eso y supe cómo manejarlo, para ahora tener una carrera en los shows y los clavados de altura”, nos comenta. A pesar del riesgo de su actividad, Alán nunca ha tenido ninguna lesión considerable, se mantiene en gran nivel físico y, a su edad, es aún muy joven para competir y no descarta su regreso, “tal vez en un futuro ¿por qué no? pausaré un momento las clases y los shows para retomar las competencias, esta vez en clavados de altura”, sin embargo, en México no existe una liga o torneo, por lo que, para cumplir ese reto, se vería en la necesidad de salir del país en busca de justas internacionales.