Por Emmanuel Hernández / ESPECIAL
Si hablamos acerca de los personajes que han hecho historia en la charrería en las últimas décadas, ya sea por su exposición mediática o por ser una referencia en el mundo, la mayoría de nosotros nos remontaremos, sin duda alguna, a los grandes íconos del cine de oro mexicano como Jorge Negrete, Pedro Infante y la música del mariachi y, más recientemente, a Vicente Fernández, o Antonio Aguilar.
Sin embargo, existe un hombre que en los últimos años ha realizado un trabajo excepcional en la difusión del “deporte nacional”, que ha llevado la imagen del charro y su habilidad con la cuerda de ixtle y la cuyutlana, alrededor del mundo, y justo por ese mérito es que este 2022 fue homenajeado en los Estados Unidos de Norteamérica poniendo su nombre al campeonato charro de ese país, mientras que en México fue condecorado con la Herradura de Oro durante el Congreso y Campeonato Nacional Charro Zacatecas 2022 por dedicar su vida a la difusión del este arte mexicano, ese hombre es Tomás Garcilazo Barrera.
Para quienes no están muy relacionados con el mundo de la charrería, quizá el nombre de Tomás Garcilazo no les diga nada, sin embargo, seguramente conocen el nombre del rapero Snoop Dogg y, seguramente también, se estarán preguntando cuál puede ser la relación entre estos dos hombres aparentemente tan diferentes.
Pues bien, era el año 2021 y el rapero era parte del jurado del programa de talentos y espectáculos a gran escala “Go Big Show”; las luces se atenuaron y al sonar de la trompeta, Tomás Garcilazo se apoderó del imponente escenario a lado de su compañero de suertes, Látigo Dun It, un Quarter Horse que muchos conocen como «Hollywood», la pareja impresionó a Snoop Dogg con su presentación, lo que le ganó un lugar en el programa y, finalmente, su indiscutible triunfo.
Para contar la historia de Tomás Garcilazo y su amor por el deporte nacional tenemos que regresar en el tiempo a la Ciudad de México de 1967, ese año Garcilazo nació como parte de la tercera generación de charros de su familia, deporte que fue inculcado por su madre que pertenecía a una tradición de campeones, su tío Manuel Ordoñez Barrera, fue campeón nacional Charro Completo, cosa que marcaría la vida de Tomás para siempre.
Inició formalmente en el mundo de la charrería en la Asociación de Charros José Becerril de Azcapotzalco, aunque desde niño dio muestra de sus habilidades para el floreo de la soga. Siempre innovando y tratando de crear nuevos estilos de florear la de ixtle, introdujo la mangana del desdén o contra máscara girando en sentido contrario, “no tenía los juguetes modernos que tenemos ahora, así que me la pasaba jugando todo el tiempo con una soga”, mencionó en una ocasión.
Esta combinación de talento y trabajo, fue lo que lo llevó a iniciar una carrera de logros deportivos desde muy joven, a los siete años ya era competidor y logró triunfos importantes como un título de Charro Completo Nacional categoría infantil “B” y Campeón Nacional de Manganas a Caballo con Charros de Xicotepec 1988,
En diciembre de 1988 inició su aventura en los Estados Unidos de Norteamérica en un espectáculo de exhibiciones en Pico Rivera, California, fue ahí donde se enfrentó, por primera vez, al dilema de convertirse en el mejor charro o en el mejor artista. En esta encrucijada, su ilusión por recorrer el mundo fue lo que lo llevó a tomar la decisión de iniciar una carrera artística con el fuerte objetivo de difundir la cultura y tradición charra por todos los rincones del planeta, compartiendo escenarios con grandes personalidades como Linda Ronstadt y actuando para presidentes como el mexicano Miguel de la Madrid y el estadounidense Bill Clinton.
Sin embargo, la historia de Tomás Garcilazo no se limita a su actividad artística y deportiva, detrás de las suertes y el floreo resplandece una historia de constante lucha y superación personal, de un hombre que supo dar la vuelta a los complejos y sentirse siempre orgullos de sus raíces. Esta pasión lo llevó a los escenarios de Broadwey interpretando el papel del “cordelero” en la puesta en escena The Will Roger´s Follies que, además, fue galardonada con cinco premios Tony.
También trabajó en Disneyland Francia, donde tuvo un show por casi 20 años, lo que le sirvió de plataforma para tener presentaciones en varios países de Europa dando muestras de la cultura de la charrería. Fue en Francia donde conoció a su esposa Justine, quien se ha convertido en pilar de su carrera y en la coreógrafa de tres espectáculos temáticos que hicieron enloquecer a Snoop Dogg y con quien tiene un hijo, Louis, quien forma parte la cuarta generación de charros en la familia Garcilazo. Actualmente Tomás es parte del elenco del Rodeo Sin Fronteras de la familia Aguilar .
Asimismo, es socio honorario de la Asociación Nacional de Charros y de la Agrupación de Charros Regionales de La Villa, asociaciones que tienen una gran trayectoria y reconocimiento en la capital del país, además de embajador de la Federación Mexicana de Charrería en Estados Unidos.
Por su vida dedicada a la práctica y, principalmente, por la difusión de los valores y cultura de la charrería en Estados Unidos y Europa, la historia de este Titán de la Charrería debe recorrer el mundo como lo ha hecho él, su soga y su entrañable amigo, Látigo Dun It.