Por Ricardo Valseca / ESPECIAL
Con una trayectoria de más de 32 años, Iván Loredo Vidal, alpinista que ha conquistado el Everest, el Aconcagua, el Kilimanjaro, el Pico de Orizaba, el Iztaccíhuatl, Mont Blanc, entre otros, nos comparte su definición de éxito, “la palabra éxito significa fin o terminación de algo, no significa fama, fortuna, gloria, dinero. ¿Pero por qué es tan importante? Porque la mayoría no terminamos lo que empezamos, entonces, si tú terminas lo que empiezas tuviste éxito”, razón por la que considera que la montaña es una gran escuela para el día a día al que nos enfrentamos.
Sus comienzos fueron a finales de los 80s, donde le llamaba la atención «El Popo» y se preguntaba: «¿Cómo será estar ahí?». Nuestro Titán recuerda la primera excursión que hizo al «Popo»: “Un día, con mis amigos, decidimos ir, sin equipo, sin preparación y el resultado fue fatal, dos amigos casi se matan. Dos de nosotros si pudimos llegar y recuerdo muy bien que uno dijo que jamás lo volvería a hacer, mientras que yo dije que sí quería seguir haciéndolo en mi vida”.
Pero esto sólo fue el comienzo de una gran trayectoria en la montaña, donde cada meta, cada cumbre lo hacían añorar un nuevo desafío, del «Popo», al «Izta», al Pico de Orizaba,todo lo cual lo fue preparando para el Everest, «cada vez más mi deseo por nuevas metas se hacía más grande”. Nos platica, destacando que la preparación mental es de vital importancia en el alpinismo.
Pero sin importar la cantidad de veces que pueda repetir una montaña, ésta siempre será diferente, “la montaña siempre te recibe de una forma diferente, nunca es igual, te puede tocar más o menos viento, menos frio, tu condición física, el sueño, algún dolor o hambre, puede haber una tormenta, incluso tú llegas de forma diferente y no importa cuántas veces puedas subir la misma montaña, la experiencia siempre será diferente. Yo no voy por la foto, voy con un propósito, algo importante para mí”.
Con esto en mente, nuestro alpinista destaca la relevancia de prever cualquier situación como el extremo de viento, de una tormenta, del frío, “debes estar preparado para todo, lo que aumenta tu posibilidad de subir la montaña y bajar, pues hay muchos que suben, pero ya no bajan. La meta no es la cima, es la vuelta”.
De las enseñanzas más importantes que le ha dejado la montaña, Iván nos comparte que es el nunca rendirte, “si te bloquean una vía, como avalanchas, rutas escarpadas, etc, busca otro camino, prepárate”. Destaca que la necedad no ayuda, ni en la montaña, ni en las relaciones, ni en un trabajo, o en el alpinismo, “solo pierdes tiempo, debemos recalibrar nuestra mente y buscar nuevos caminos”.
«Si tú eres un apasionado por el alpinismo, recuerda que un guía de montaña es como el equipo de seguridad de un coche». Referente a esto, Iván Loredo nos comenta que “cuando haya complicaciones se necesita un guía, una persona con experiencia. A mí me gusta hacer las cosas personalizadas”, y es que con más de 32 años de experiencia nos habla de la andragogía, que tiene aplicaciones en todos los deportes y que es la forma en la que tu aprendes, partiendo de una experiencia y después a un aprendizaje que fortalece tus habilidades. “Te ayuda a aplicar tus conocimientos a la vida diaria, en este caso, en el alpinismo”.
Actualmente su proyecto es Makalu Expedition México, empresa que comparte con su socio, donde destacan su experiencia nacional e internacional, además de 32 años en el alpinismo. Cuentan con equipo especializado y su pasión es el trato al cliente, donde los tratan más bien como amigos, situación que les ha dejado amistades de años, que incluso les han ayudado en algunas expediciones. También hacen actividades grupales para empresas, donde fortalecen el trabajo en equipo, desarrollo de competencias y unión.