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HALTEROFILIA, «ES MI CUERPO, SON MIS DECISIONES»

Por Ricardo Valseca / ESPECIAL 

¿Cuántas mujeres han escuchado la frase: no practiques eso porque tendrás cuerpo de hombre? Los prejuicios que existen en la sociedad no sólo han impactado el ambiente familiar o laboral, sino que se han extendido al deporte, donde muchas mujeres han sido víctimas de este tipo de comentarios.

La halterofilia es uno de los deportes que cargan con este tipo de estigma, sin embargo, el levantamiento de pesas es un disciplina olímpica que exige un gran entrenamiento muscular, además de un despliegue de cualidades como la fuerza, flexibilidad, resistencia y habilidad para coordinar los movimientos y poder obtener una técnica eficaz al levantar la barra. 

Una de las virtudes que más resalta en el levantamiento de pesas es la fuerza y, de forma natural, el cuerpo comienza a tener mayor ganancia de masa muscular y tonificación. Razón por la que las mujeres enfrentan diferentes retos a la hora de practicar este deporte. Al respecto, Jessica Ávalos, fisicoculturista y ganadora del primer lugar en el Miss Coahuila y segundo lugar a nivel nacional en Coach Estatal, nos ha compartido cuáles son algunos de estos desafíos.

 

“Los estereotipos de género son el principal reto, pues las mujeres, por ser más femeninas o verse más delicadas, aplican a disciplinas donde no hagan tanto esfuerzo físico o donde los músculos no predominen, inclusive, hasta los hombres deciden cuáles son los tipos de ejercicios que solo pueden hacer las mujeres como zumba, spinning, aerobics, cuestiones que no impliquen tanto esfuerzo, peso o resistencia”, comentó.

Este tipo de prejuicios y comentarios basados en estereotipos han afectado a Jessica, pues, en un inicio, llegó a sentirse “observada, discriminada, la gente hacia comentarios sobre mi físico, sobre mi cuerpo, que me hacían sentir mal o inclusive fea”. Por lo que fue necesario que nuestra Titan se trabajara emocionalmente, “entender que es mi cuerpo, son mis decisiones lo que va a trascender sobre mi persona”.

Desde los 18 años inició su incursión en el deporte, con “spinning y después con powerlifting, y con fisicoconstructivismo a inicios del año 2018”. Su comienzo fue positivo, pues en junio, agosto y noviembre, del mismo año, Jessica ganó el primer lugar en cada competencia, “fue muy emocionante y de las mejores experiencias que he tenido”, asegura.

Previo a su acercamiento al ejercicio, nuestra Titan se definió como “la amiga gordita, la que todo mundo hacia menos y me hacían a un lado. Lejos de sentirme admirada u observada por mi buen cuerpo, era porque estaba gordita, pues el estereotipo de una mujer es que debe estar delgada, ser guapa y tener un buen cuerpo”.

Sin embargo, este no fue el único estereotipo que tuvo que superar Jessica, ya que cuando empezó a prepararse para las competencias de culturismo su cuerpo comenzó a cambiar y las miradas de las personas no se hicieron esperar. Pero como toda una Titan, tomó este proceso como algo bueno para ella, ya que eso la llevó a “superar miedos y sobre todo a aceptar mi cuerpo, esa fue una de las grandes partes, que me gustó cómo yo misma logré ver ese resultado”.

Una de las motivaciones que tuvo Ávalos en su desarrollo como fisicoculturista fue ver como su cuerpo se volvió “escultural”, sin embargo, lo que provocó un vuelco en su corazón fue el poder llegar a “ser un ejemplo para muchas chicas que, al igual que yo, llegaron a tener sobrepeso y que no había porque tenerle miedo a usar un bikini, hacer deporte o hacer dieta”.

Es por eso que hoy, Jessica recomienda ampliamente incluir el deporte como parte del día de día de las mujeres, pues ayuda a empezar a trabajar “sobre el amor propio y sobre todo tener una seguridad sobre tí misma, lo que ayuda a que tu estado de ánimo mejore, cuando reconoces que es tu cuerpo el que estás cambiando y de lo que es capaz de hacer”.

Así como Jessica, muchas mujeres han sido víctimas de este tipo de comentarios, pero afortunadamente, las cosas han ido cambiando, “ahora hay muchas atletas que se han desempeñado en halterofilia o fisicoculturismo, incluso ya hay más conocimiento, pues en la mujer existen cambios físicos y hormonales diferentes a los hombres”. 

Un aliado que ha ayudado es la ciencia, pues “ha abierto el panorama para que las mujeres decidamos inclinarnos a la disciplina que queramos. Considero que hay mayor apoyo, también por el empoderamiento femenino buscando defender los derechos de las mujeres y creo que este es uno de los derechos fundamentales que tenemos, el tener una libre decisión sobre nuestro cuerpo”.

Sin embargo, desde antes, se habían ya levantado Titanes, mujeres que sin importar los estereotipos se han trazado una meta y han luchado por conseguirla. Tal es el caso de Soraya Jiménez Mendívil, quien cambió el significado de la halterofilia en México pues, antes de Sydney 2000, México no había conseguido ninguna medalla en esta disciplina. El nuevo milenio fue el momento en el que se incorporó la rama femenil y la nacida en Naucalpan aprovecharía la oportunidad y escribiría su nombre en los anales de la historia a nivel nacional e internacional.

Otras mexicanas que han sobresalido en esta disciplina son Damaris Aguirre quien consiguió el bronce en Pekín 2008 en los 75 kg., precedida de la plata que obtuvo un año antes en los Panamericanos de Rio de Janeiro. Asimismo, Luz Acosta obtuvo el bronce en los 68 kg en Londres 2012, después de ganar la misma medalla en los Panamericanos de Guadalajara, en el mismo año. En Tokio 2020, Aremi Fuentes conquistó el bronce en los 73 kg. y, recientemente, en el Campeonato Panamericano de Levantamiento de Pesas 2022; mientras que la pesista Andrea de la Herrán, obtuvo el metal dorado en los 49 kg en la modalidad de arranque.

Aún hay mucho por progresar y Jessica Ávalos considera que “la educación es la base fundamental de todo, por desgracia, en México no estamos al alza como en países de primer mundo. Hay mucho camino por recorrer, pero vamos por buen camino, hay más apoyo para la educación, la formación y el deporte”.

Además, enfatizó que “ya existe una estructura más formada basada en el respeto a la mujer, buscando fomentar que las mujeres deben hacerse valer por cualquier aspecto laboral, escolar y en el deporte. Tiene que ser un conjunto de todo para que vaya caminando todo este progreso, vamos avanzando y eso es lo importante”.

De esta manera, queda de manifiesto que el corazón de un Titan puede propagar un fuego en la vida de otras personas, un fuego que pese a la adversidad no se apagará, pues precede de alguien que se atrevió a soñar, que no pensó en la derrota, en los estereotipos, en los prejuicios, que apuntó a lo más alto y consagró sus sueños en un metal que quedará registrado en la eternidad de la halterofilia.

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