Por Emmanuel Hernández
Fotos de César Díaz
En la tercera final toco turno a la categoría infantil B, con tres equipos de la zona del bajío, Rancho San Miguel de Jalisco, El Pitayo de Querétaro quien nuevamente colocaba otro equipo en una final y Rancho el Potrillo de Aguascalientes.
Al inicio de las acciones Rancho El Potrillo de Aguascalientes toma la delantera con una cala calificada en cuarenta y dos puntos, menos tres de infracción, quedando en treinta y nueve, Rancho San Miguel obtuvo treinta y seis puntos y El Pitayo una cala de treinta y tres.
En lo que corresponde a la suerte de los piales solo dos veces hubo acierto de los tiradores uno por parte del Pitayo y otro por Rancho El Potrillo, el cual saco humo del fuste de la silla y casi logra parar el galope de la Yegua, (recordemos que por la categoría, no es necesario parar el galope de las yeguas, solo lazar los cuartos traseros para obtener calificación), para la suerte del coleadero la mejor tercia de tumba cueros fue la de Rancho El Pitayo al lograr las calificaciones más altas y solo fallar dos derribos al igual que en la terna obtuvo la puntuación más alta.
Hasta ese momento todo parecería indicar que El Pitayo alcanzaría el campeonato, pero aún faltaba la Reyna de las suertes charras, la mala fortuna la obtuvo Rancho San Miguel que solo tuvo un acierto en las manganas a caballo, ahí quedaba descartado en la lucha por el campeonato, llegaba el turno de rancho El Pitayo el cual logro lazar la yegua bruta dos veces en las manganas a pie lo cual llevo al equipo queretano a obtener hasta ese momento doscientos cuarenta y cinco puntos, tocaba el turno a Rancho el Potrillo, que antes de las manganas contaba con ciento cincuenta y cinco puntos, vino un buen jineteo de yegua el cual fue calificado con veintiún puntos, en las manganas a pie lograron lazar una vez llegando a los ciento noventa y nueve puntos, dejando en manos del manganeador a caballo lograr dar alcance a los del Pitayo.
Soberbias manganas las de Fabián Esquivel Romo, manganeador a caballo, de Rancho El Potrillo el cual en dos veces logró el derribo de la bruta ya que hasta ese momento ninguno de los manganeadores que habían logrado acertar, lograron derribar una de sus manganas, por lo que obtuvo una calificación de veintisiete puntos la más alta otorgada, en la suerte de los piales Fabián ya había dado muestras de su fortaleza al tratar de detener el galope de la yegua chorreando la soga en el fuste de la silla, tremenda ovación la que recibió por parte de todo el público arrojándole sombreros y calzado como muestra a su grandiosa actuación.
Mejor escenario para una final no podía haber, El Pitayo que en la mayoría de la final tuvo siempre la ventaja, ahora se encontraba abajo por seis puntos, todo se definiría en el paso de la muerte, la vida en una carrera, el ambiente en el lienzo “Hermoso Cariño” de la comunidad Soledad de Graciano, se respiraba un ambiente de emoción, de incertidumbre, el Pitayo podría perder la segunda final del día todo dependía de que el paso de la muerte lo acertaran y Rancho el Potrillo fallara, se dio el momento del paso Rancho San Miguel fue el primero, logrando el cometido, toco el turno a El Pitayo, tenían que asegurar el paso, la música callo el silencio se apodero del lienzo, salió la yegua el jinete se le emparejo pego el brinco, listo el jinete logro el objetivo volvió la música pero todavía no terminaba la emoción, ahora iba Rancho El Potrillo, se volvió a enmudecer el lienzo, el pasador de la muerte, dio el salto, domino a la yegua y logro apearse, obteniendo el campeonato.