Por Ricardo Valseca / 01-05-23
Dentro de una ardua batalla en el deporte ciencia, Ding venció a Nepo en la cuarta partida, después de 68 movimientos con piezas negras, tras de tres tablas anteriores. Fue una partida fría como el hielo, donde el chino se jugó el todo por el todo, cuando lo cómodo hubiera sido forzar las tablas por jaque perpetuo y disputar dos partidas adicionales en la modalidad relámpago.
En una posición ventajosa, pero con mucho veneno, el asiático lanzó sus mejores movimientos. Ding, que siempre ha ido a remolque en el encuentro, fue certero en su estrategia, lo que le permitió tener una victoria en 68 movimientos que significa convertirse en el 21º jugador que ostenta la corona desde la creación del título en 1886. Todo ello acompañado de un premio de 1,1 millones de euros.
Finalizada la partida, Ding declaró que “este encuentro refleja lo más profundo de mi alma” y dedicó el triunfo a sus amigos, su madre y su abuelo. Y añadió, “fue un momento muy emotivo. No pude controlar mis sentimientos. Me conozco, lloraré y luego seguiré llorando”.
La otra cara de la moneda era Nepomniachtchi, quien comentó que los desempates tienen un gran componente de lotería y que ganó, parodiando a Xavielly Tartakower, el que cometió menos errores, “tuve una oportunidad y muchas posiciones prometedoras. Debería de haber intentado ganar el mundial en las partidas a ritmo clásico; fue cuestión de sólo uno o dos movimientos precisos”.
Y añadió, referente al desempate, “tuve una gran posición en la segunda rápida y debí de jugar de manera más cuidadosa. En la cuarta, Ding tenía la iniciativa, pero ambos teníamos poco tiempo. No imaginaba que podría perder esa posición, pero resulta que si se puede”.
El título mundial conseguido por Ding servirá para que muchos cuestionen la supremacía de Carlsen, quien por falta de motivación ante un nuevo encuentro con Nepomniachtchi, a quien barrió en Dubai 2021, decidió renunciar a la corona y seguir jugando torneos.
