La tarde de este domingo se vivió en la Monumental Plaza de Toros Rodolfo Rodríguez “El Pana” un sentido homenaje para honrar la memoria del torero más importante y destacado de Tlaxcala, Rafael Ortega Blancas. Por Lu Llanos / 12-07-23 Memorable sería la palabra correcta para definir la tarde que este domingo se vivió en la Monumental Plaza de Toros Rodolfo Rodríguez “El Pana” donde aficionados de muchas partes del país acudieron para honrar la memoria del matador más importante y destacado de Tlaxcala, Rafael Ortega Blancas. Desde temprano los aficionados hicieron fila para poder acceder a la Plaza, con gran expectativa y con muchos ánimos de vivir una buena tarde fueron llenando los tendidos. Hubo una misa abarrotada previa al festejo, la fraternidad y acompañamiento fueron la particularidad de ese momento. Ya en el patio de cuadrillas uno a uno los actuantes fueron llegando, todos con gran ánimo para partir plaza e iniciar el festejo luego de un minuto de aplausos al matador y una entrega de reconocimientos a la larga lista de todos los que se sumaron al festejo para que no tuviera costo. La entrega y compañerismo, calificativos que siempre definen a La Fiesta fueron exponenciados en esta tarde. El rejoneador Giovanni Aloi inició la tarde con buen ánimo y categoría para conectar con los tendidos y ser ovacionado luego de su faena a caballo. Con el ambiente en ebullición, entró al redondel Alberto Ortega, quien desde 2017 no se presentaba en la Plaza de Apizaco, accidentada y peligrosa fue su presentación a quien el novillo arropó en más de una ocasión, en la muleta un golpe lo conmocionó y fue trasladado inconsciente a la enfermería móvil, el matador Zotoluco lo despachó. Eulalio López “El Zotoluco” fue ovacionado desde su salida al ruedo, la dimensión en el capote y el sitio con la muleta nos hizo recordar y pensar en décadas pasadas cuando estaba en activo y su Tauromaquia llenaba las plazas. La espada no permitió redondear la faena, si embargo, los asistentes le hicieron dar una vuelta al ruedo muy sentida reconociendo su entrega y ovacionándolo de pie, “como en los viejos tiempos”. El primer apéndice de la tarde fue para Uriel Moreno “El Zapata” que con recursos en el capote, un tercio de banderillas con su particular sello y variedad en la muleta pudo lucir con el exigente de Rancho Seco El Queretano Octavio García “El Payo” llenó de clase el redondel, una media Verónica muy sentida y de estampa para continuar con una faena con dos tandas de calidad, la estocada en el primer viaje fue premiada con una oreja. La tarde se encumbró en el turno de Sergio Flores quien subió al caballo para realizar el tercio de varas llevando al burel en dos ocasiones, dio paso al tercio de banderillas donde de manera espontánea invitó al Payo y Zapata, éste último poniendo banderillas cortas, justo como lo hacía Rafael Ortega. La faena al de Caparica fue completa y la estocada entera para cortar dos orejas. El matador Alberto Ortega regresó al ruedo poco después de la mitad del festejo para anunciar un toro de regalo, lidiado en séptimo lugar. Recibió a Porta Gayola, sufrió varios percances que mermó en su fuerza pero no en el ánimo. En el tercio de varas, su hermano Víctor Manuel Ortega, varilarguero en retiro, subió al caballo para dar una puya limpia y en buen sitio. Con las banderillas compartió con el retirado Ismael Rosas y El Zapata, el quiebre realizado por Alberto Ortega para después poner el par impecable logró poner de pie a los tendidos. En la muleta y con varias volteretas encima, pudo realizar dos tandas inolvidables, se tiró a matar sin muleta luego de un pinchazo y recibió dos orejas. Al final de esta tarde salieron a hombros los matadores Alberto Ortega y Sergio Flores para cerrar este entrañable homenaje a Rafael Ortega.