Por Sergio Spinoza / ESPECIAL Según la mitología griega, la lucha fue uno de los deportes practicados por los dioses del Olimpo. Se dice que el Dios del sol, Apolo, enseñó a Hércules la lucha para que pudiera vencer a su oponente en una competición de fuerza. La lucha olímpica se incluyó por primera vez en los Juegos Olímpicos de la antigua Grecia en el año 708 A.C. Se consideraba una disciplina esencial junto con otros deportes como el pentatlón, la carrera de trineos y el lanzamiento de disco. La lucha se llevaba a cabo en un área circular llamada “pálæstra”, y los competidores luchaban desnudos y cubiertos de aceite para facilitar los agarres y los movimientos. La lucha se convirtió en uno de los deportes más populares en la antigua Grecia y se extendió por todo el mundo gracias a la influencia de las conquistas romanas. Hoy en día, la lucha olímpica moderna sigue siendo un deporte fundamental en los encuentros mundiales, con la variante de que ahora se divide en dos categorías: la lucha libre y la lucha grecorromana. La lucha libre es un deporte en el que dos competidores luchan cuerpo a cuerpo para intentar derribar al oponente y mantenerlo en el suelo En la lucha grecorromana, los competidores sólo pueden utilizar técnicas de lucha que involucren el uso del cuerpo y los brazos. Se trata de un deporte sumamente competitivo, sin embargo, la lucha olímpica también tiene una larga historia cultural y social. En muchos países la lucha se ha utilizado como una forma de resolver conflictos y establecer la jerarquía social, de la misma forma, ha sido utilizada a manera de entrenamiento para las fuerzas militares y policiales. En nuestro país, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha tenido presencia en 12 ediciones de los Juegos Olímpicos, desde Londres 1948 hasta Barcelona 1992. Para conocer más sobre de este deporte, acudimos a una de las sedes del más grande semillero de luchadores olímpicos del país donde conocimos al equipo de lucha universitario de la Facultad de Estudios Superiores Aragón y al profesor Emiliano Prado Gúzman. El entrenador comenzó su andar en la lucha desde que entró al bachillerato, Emiliano fue formado en la UNAM, en la Escuela Nacional Preparatoria #4 y actualmente da clases de la disciplina a nivel superior. “Yo comencé hace 8 años y tuve 7 años de competencias. Cuando entre a la prepa, quería hacer un deporte que pudiera entrenar diario y mis horarios confluyeron con la lucha olímpica, que para mí era un deporte completamente desconocido para ese momento, que desde el primer entrenamiento me atrapo”, comentó el maestro luchador. La UNAM ha sido campeona nacional durante muchos años y ha sido la que más atletas ha aportado al equipo nacional a lo largo de la historia. Entre los luchadores destacados están Eduardo Assam Rabay, Delmiro Bernal Contreras, Antonio Rosado García, Jorge Rosado García, Leonardo Basurto Padilla, Gustavo Delgado, Alfonso Jessel y Mario Tovar González. El maestro Prado Guzmán, asegura que la lucha, además del mantenimiento físico, también enseña valores como respetar, apoyar y el compañerismo. La lucha olímpica ha evolucionado mucho desde sus orígenes en la antigua Grecia. En la actualidad, es un deporte muy popular en todo el mundo, con millones de luchadores practicándolo en todos los niveles, desde principiantes hasta profesionales. Al cuestionar a Emiliano sobre las reglas básicas de esta disciplina, el especialista explicó que son ocho fundamentales que te presentamos a continuación: Durante la sesión pudimos presenciar la clase de uno de los grupos del equipo de lucha de la FES Aragón, pero en total son cerca de 50 alumnos entre hombres y mujeres los que se dan cita a lo largo del día para prepararse, ya sea para competir o únicamente como actividad física. Estos luchadores deben tener una excelente forma y estar en buena condición para poder competir al más alto nivel. Aprovechamos el descanso de la intensa clase del profesor Emiliano para platicar con la luchadora y estudiante de la carrera de Planificación para el Desarrollo Agropecuario; Enya Peralta, y que a sus 21 años lleva más de 5 años luchando. “Yo ingresé a la lucha gracias a que entré a la prepa y yo quería entrar a un deporte, ví la presentación de lucha, me llamó mucho la atención, yo no sabía para nada que era y me metí”. La deportista indicó que, como mujer, la lucha le ha dado mucha fuerza y mucho poder, “me siento bien cuando digo que hago lucha, porque no es un deporte que sea tan común entre las mujeres, pero a su vez me recuerda que puedo hacer cosas que a veces no creía que serían posibles”, puntualizó Enya. En total, la UNAM ha aportado nueve luchadores a cinco ediciones de los Juegos Olímpicos consecutivas. Además, la lucha universitaria ha sido un referente en triunfos en Juegos Panamericanos y Centroamericanos y del Caribe, universiadas nacionales, campeonatos de federación, etc. El equipo que comanda Prado Gúzman no es la excepción, dentro de sus filas también figura un campeón, se trata del luchador Martin Alexis García Silva, estudiante de Ingeniería Industrial, y que se encuentra en un proceso para la universiada nacional. “Es mucho orgullo estar representando a la UNAM en la lucha, pues un deporte individual, donde depende plenamente de ti, de lo que hagas y de cuánto tiempo le metas a este deporte”, dijo. Por último, nos acercamos a otro atleta élite de las filas del instructor Prado, se trata de un pelador profesional y campeón nacional de jiu jitsu, Armando Villaseñor Roman, estudiante de derecho que se desempeña como arte marcialista y es también subcampeón de sambo y actualmente se encuentra clasificado para el panamericano en esa disciplina, Villaseñor Roman ha representando a México y la UNAM en Colombia durante el panamericano y sudamericano de jiu jitsu. Él nos indicó que para un artemarcialista, la lucha es un juego totalmente diferente, es una serie de técnicas muy distintas a lo que ves en