Por Ricardo Valseca / ESPECIAL
“Nos sentimos orgullosos en aportar a la trascendencia de este deporte. Es un placer participar en este tipo de proyectos”. Son las palabras de nuestros maestros artesanos y directores del Taller “Jacobo & María Ángeles”.
Este taller cuenta ya con una trayectoria de 28 años, y ha sido el responsable que ha realizado y diseñado el “Cinturón Guerrero Jaguar Zapoteco” que será entregado al campeón en la culminación de la trilogía Saúl Álvarez vs Gennady Golovkin.
María Mendoza y Jacobo Ángeles son un matrimonio que desde 1994, año en el que se casaron, fundaron su taller con la intención de fomentar el arte, el oficio y la cultura en el deporte, “Para nosotros es trascender, pero sobre todo es incluir, que todos podemos ser partícipes. Significa que lo que hemos hecho, lo hemos hecho bien, por eso estamos ahí”.
Para la elaboración de este cinturón se requirió la participación de más de 8 personas involucradas en el diseño. Ricardo Ángeles Mendoza, hijo de María y Jacobo, fue el encargado de fabricar el diseño, mientras que el matrimonio aplicó los colores y dibujos. Dentro del taller se fabricaron las pieles y la placa la proveyó la familia Reyes y Manzur. “Nosotros hicimos la aplicación y la intervención de las pieles”, añade Jacobo.
El proceso creativo se basó en el Guerrero Jaguar, que para la cultura zapoteca tiene un significado muy especial y, como el cinturón será para un guerrero contemporáneo, se usó el color dorado que representa al reinado “y para nosotros era eso, darle ese toque de reinado, de guerrero que lleva las garras de coraje, de querer ganar una pelea. Por eso, ese significado era importante plasmarlo en el cinturón”.
También, “las garras representan la humildad de la persona para alcanzar la meta, esa garra que se necesita para llegar con tenacidad, necesaria para ser campeón. El cinturón cuenta con otros elementos como lo es la gota que representa el sudor que te cuesta, son lágrimas que, a veces, cuando llegas a la meta, experimentas ese éxtasis de lograrlo, lloras de alegría, de emoción”, agregó Jacobo.
Tanto María como Jacobo querían representar a todas esas personas que suman un granito de arena para poner el nombre de México en el mundo, personas que se esfuerzan, que sacan la garra para poder lograrlo y “esos símbolos de pasión, energía, fuerza, de casa, los pusimos en este cinturón, y eso es lo que une nuestra arte con el deporte”.
La elaboración del cinturón fue de tres meses, ellos fueron invitados por parte del gobierno del estado con el CMB, basados en el trabajo de 28 años que han tenido y donde han mostrado las raíces de Oaxaca; el diseño se platicó con el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) de forma digital, lo que llevó un mes; después vinieron las pruebas y experimentos, donde tardaron otro mes. Y la aplicación fue otro mes, cuando ya estaban seguros de lo que harían.
Nuestros artesanos están acostumbrados a los retos, “pero creo que el mayor reto fue habernos puesto de acuerdo con todos los involucrados, para poder transmitirle a la gente y que se entendiese tal cual el significado del cinturón”, comentó María. Otro desafío fue la aplicación de la hoja de oro, que en palabras de Jacobo, menciona que “es una técnica bastante complicada pero que se aplicó en las garras del jaguar”; ésta práctica (hoja de oro) la realizan desde el 2014, y nos comparten que tuvieron la oportunidad de intervenir en el nacimiento del Vaticano, donde concursaron y ganaron con esa técnica.
Ambos vienen de familias artesanas, María se dedica a la artesanía desde los 12 años y nos comparte que de niña iba a pintar a la casa de los vecinos pues también “quería ganar mi dinerito”. La mayor parte del tiempo trabajaba en el campo, donde la llevaban a sembrar, llegaba de la escuela y se iba al campo y como a las 4, 5 de la tarde se ponía a hacer las artesanías. Nos comparte que aún recuerda de forma vívida como “Tiraban un petate debajo del laurel de la casa de mis padres y nos sentábamos a lijar y pintar”.
Por su parte, Jacobo perdió a su padre a los 12 años y se volvió el responsable de 10 hermanitos, donde, apoyando a su mamá, aprendió el oficio de la artesanía. Sobre todo, recuerda que es un trabajo que se disfruta en familia, “Trabajan los hijos, los hermanos, los papás y el sábado salías al pueblo a ofrecer tus artesanías”.
Con gran visión, este taller ha apostado por la educación, “ya que hemos invitado y enseñado a muchos pueblos, a muchos jóvenes. Actualmente son 17 pueblos que estamos unidos trabajando en este taller, hoy la gente vive de este trabajo, de esta técnica y tiene este modelo de trabajo”, añade Jacobo.
Hoy, nuestros maestros artesanos están cosechando lo que han sembrado, ya que fieles a sus principios e ideales, han buscado el beneficio de su comunidad al participar en proyectos de ecología, buscando devolver un poco de todo lo que han recibido de la tierra, plantado árboles y reforestado, también han apoyado a la educación, al sistema educativo, ya que subastan artesanías suyas para apoyarlos de forma económica. Para finalizar, Jacobo engloba su éxito en el taller como una obra, “creo que lo que ha hecho grande a nuestro taller es que, de ser un souvenir, este trabajo, lo hemos vuelto una obra de arte, como llegar al cinturón”.