Por Emanuel Hernández / 23-09-22
«A charrear y a llorar, se aprende con babas y no con barbas», así reza un popular refrán ranchero que asienta que hay cosas que solo se aprenden en la niñez, de ahí la importancia dentro de la charrería de aprender a realizar las suertes charras dentro de los primeros años de vida.
El municipio de Texcoco, Estado de México, es un lugar que cuenta con una gran tradición dentro del sector agropecuario, derivado de eso tiene actividades como La Feria del Caballo, una institución educativa de alto nivel como lo es la Universidad de Chapingo y personajes históricos como «El Faraón de Texcoco», Silverio Pérez, matador de toros a quien Agustín Lara le compusiera un paso doble.
Y no podía faltar la charrería que cuenta con un aproximado de dieciséis lienzos charros y varias asociaciones de charros, pero hay una en especial que es la Asociación de Charros Sacramento Bustamante Colín, la cual es una de las más longevas de la región, siendo fundada en el año de 1945, tal como nos los contó el señor Guillermo Bustamante, quien es actualmente Presidente de dicha asociación.
Este equipo de charrería también es conocido como «Los Bananos» y tienen dentro de sus filas un equipo infantil categoría «Dientes de Leche» llamado «Los Dominicos», la categoría «Dientes de Leche», que tiene como límite la edad de 10 años, es la primera dentro de la clasificaciones por edad dentro de la charrería.
«Los Dominicos» están integrados por Bruno de nueve años, los hermanos Leo de seis y el mayor Aarón de diez, Joaquín de ocho años, Enrique de seis años, Sebastián de seis y Darío de ochos años, todos ellos realizan las nueve suertes charras con las limitantes de acuerdo a su edad y los acompaña una pequeña amazona que es Brisa de doce años, quien ha participado en caladeros e incluso en coleaderos mixtos
El equipo tiene dos años aproximadamente que se formó, pero en este corto tiempo han asistido dos veces al Campeonato Nacional Infantil, Juvenil y Escaramuzas (El «Nacionalito»). Con este equipo de pequeños titanes, la Asociación de Charros Sacramento Bustamante Colín, tiene un semillero para dar continuidad a una tradición de casi ochenta años.
Ellos son entrenados por Emmanuel Rodríguez, quien es una persona que está inmerso en el ambiente de la charrería, es Coordinador de Jueces del Estado de México y se dedica a la talabartería, pero la actividad que más disfruta realizar es la de poder entrenar al equipo Los Dominicos, al cual sus dos hijos de seis y diez años pertenecen, el espera que con ellos inicie una dinastía charra dentro de su familia ya que por parte de sus padres es el único, Emmanuel nos platica que aparte de lo que implica la charrería en cuanto al folklore, esta lo deportivo una actividad que les enseña trabajar en equipo, disciplina, valores etc.
Equipos como Los Dominicos dan garantía al futuro de la charrería ya que lo que se aprende en familia tiene una indeleble fuerza persuasiva.
